La Policía de Costa Rica detuvo hoy a una banda, compuesta por cinco hombres y una mujer, por ser sospechosos de asociarse para ejecutar nueve homicidios con el fin de robar droga, lo que se conoce como "tumbonazos", según explicó a los periodistas el fiscal adjunto Contra la Delincuencia Organizada.
Los detenidos son Angulo Pérez, Fernández Salazar, Rodríguez Gutiérrez, Castro Madrigal, Piedra Segura y la detenida Ugalde Varel, todos costarricenses y capturados tras realizarse seis allanamientos sincronizados, en Playón Sur de Parrita, dos en Purral de Goicoechea, Río Claro de Golfito, Paso Canoas y Lomas del Río de Pavas, todos ellos repartidos por el país.
Durante los registros se han decomisado dos armas calibre 38 y una pistola calibre 40, similares a las utilizadas en los asesinatos, municiones y al menos 10 teléfonos celulares, entre otros objetos.
La banda operó de la misma forma en las cuatro fechas en las que habrían cometido los homicidios, entre agosto del 2015 y diciembre del 2016.
Contactaban a las víctimas, negociaban la compra de droga, se ganaban su confianza y convenían el lugar y el día para concretar la supuesta compra y, una vez reunidos, mataban a sus víctimas y se llevaban la droga.
Tres de los homicidios ocurrieron el 20 de agosto del 2015 en Desamparados de Alajuela (centro del país) y otros tres en octubre de ese mismo año, en Goicoechea (noroeste de Costa Rica).
Otros dos asesinatos se registraron el 16 de abril del 2016 en San Francisco de Coronado (centro del país), y el último delito que se le atribuye al grupo detenido hoy es el ocurrido el 22 de diciembre pasado también en Coronado.
A los detenidos se les atribuyen los delitos de asociación ilícita y homicidio calificado.