Casi siete mil evacuados por inundaciones en Uruguay

La persistente crecida del río Uruguay, que ya lleva más de dos semanas fuera de su cauce, obligó a 6.885 personas a abandonar sus hogares en ciudades del norte de Uruguay ubicadas a orillas de ese curso de agua.

La más afectada es la ciudad de Salto, casi 500 kilómetros al norte de Montevideo, donde 3.491 habitantes han tenido que dejar sus viviendas como consecuencia del avance de las aguas. Otras ciudades afectadas son Paysandú y Bella Unión. Cifras menores de evacuados se registraron en las localidades de San Javier y Fray Bentos, todas a la vera del río Uruguay.

Una semana atrás la cantidad de evacuados era poco más de 4.000 personas.

Un comunicado del Sistema Nacional de Emergencias dijo el viernes que “la situación está bajo control”, que el río ha experimentado un descenso en su caudal y que no están previstas fuertes lluvias para los próximos días.

En Montevideo y otras ciudades del país hay campañas para colaborar con las familias afectadas.

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Contexto.

El Salvador en emergencia por lluvias que dejan tres muertos

El Salvador activó el viernes el centro de operaciones de emergencia por las intensas lluvias que en las últimas horas han dejado tres muertos, más de 150 casas inundadas, varios puentes dañados y cientos de personas afectadas.

“Estamos emitiendo una alerta a nivel nacional” que activa los 262 centros de operaciones de emergencia de todos los municipios del país, informó el director de Protección Civil, Jorge Meléndez.

Meléndez reportó que en las últimas horas se ha confirmado la muerte de tres personas, una de ellas un joven de 19 años que falleció mientras dormía y uno de los muros de su vivienda colapsó en una zona rural del departamento La Paz, a 22 kilómetros al sureste de la capital.

Otro hombre de 55 años murió cuando un árbol le cayó encima y otro al parecer falleció cuando intentó cruzar uno de los ríos que aumentaron su nivel debido a las lluvias.

Las autoridades también ordenaron la suspensión de las clases en 40 escuelas del departamento de Chalatenango, al norte del país, “para evitar epidemias” por la falta de agua potable.