El Gobierno de Guatemala acordó hoy decretar tres días de luto nacional tras sismo de magnitud 6,6 que dejó cinco personas fallecidas, daños materiales y derrumbes.
A través del acuerdo gubernativo 122-2017, firmado por el vicepresidente y presidente en funciones, Jafeth Cabrera, se establece además que la bandera ondee a media asta en señal de duelo en el Palacio Nacional de la Cultura y en todas las dependencias gubernamentales.
El escrito, que será publicado mañana, viernes, en el Diario Oficial y en que "inmediatamente entrará en vigencia", le traslada a las familias de las víctimas las condolencias del Ejecutivo, quien pide a la sociedad solidarizarse con ellas por una tragedia que enluta a todo el país.
Según la última evaluación de daños de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), el temblor, que tuvo lugar la madrugada del miércoles en la parte fronteriza con México causó más daños en los departamentos de San Marcos, Retalhuleu, Suchitepéquez y Quetzaltenango.
En total, son 5 personas muertas, 19 heridas, 20 albergadas, 36 evacuadas, 264 damnificadas y 3.592 afectadas, además de 202 viviendas con daño leve, 37 con daño moderado, 23 con daño severo, 11 iglesias afectadas, entre ellas la catedral de Los Altos, que Quetzaltenango, cuyo acceso está restringido.
De los cinco muertos, un hombre y cuatro mujeres, dos de las víctimas fallecieron en el departamento de Retalhuleu, un hombre indigente de unos 40 años al que le cayó encima parte de la fachada de una iglesia y una mujer que pereció por un ataque al corazón.
En el departamento de San Marcos murieron otras dos mujeres, una en el municipio de Malacatán por las fracturas que le ocasionó la caída de materiales y otra por un paro cardíaco, la misma causa de muerte de la última víctima que falleció por el temblor, en Quetzaltenango.
El temblor de magnitud 6,6 se produjo a la 1.29 hora local (7.29 GMT) a unos 156,3 kilómetros al oeste-noreste de Ciudad de Guatemala, en el departamento de San Marcos, fronterizo con la región mexicana de Chiapas, aunque se sintió con fuerza en la capital guatemalteca y en países vecinos como México y El Salvador.