Guatemala y México, dos países que comparten una frontera terrestre de más de 960 kilómetros, acordaron hoy seguir trabajando en la modernización de la infraestructura en el área para agilizar el paso de migrantes de una forma segura y humana y así facilitar también el intercambio comercial.
Los presidentes de ambos países, el guatemalteco, Jimmy Morales, y el mexicano, Enrique Peña Nieto, mantuvieron una reunión privada en Ciudad de Guatemala y posteriormente comparecieron ante la prensa sin permitir preguntas para anunciar que se apoyarán mutuamente en la lucha por una migración digna y legal.
"Nuestra frontera tiene potencial para ser una zona segura, próspera y dinámica. Por ello, estamos trabajando en asuntos prioritarios para lograr una mejor integración Mesoamericana", aseguró Peña Nieto, quien anunció que han acordado "desterrar los discursos de odio y discriminación" contra la población migrante.
Guatemala y México son, según los mandatarios, dos países con muchas similitudes. Además de rasgos culturales y una relación diplomática que se remonta a 1848, las dos son naciones de "origen, tránsito y destino de migrantes", una problemática que es necesario combatir desde sus causas estructurales y con apego a los derechos humanos.
"Que la migración se convierta en todo caso en una opción y no en una necesidad", resumió Peña Nieto, un abogado de profesión que con su visita oficial de Estado a Guatemala, la primera desde que asumió como presidente, buscó reafirmar "los lazos de fraternidad y hermandad" con un diálogo "más fluido, ágil y franco".
El presidente anfitrión, Morales, que se mostró en todo momento agradecido y cómplice con Peña Nieto, también hizo hincapié en el tema migratorio, uno de los que abordaron junto con desarrollo, seguridad, comercio, inversión o medioambiente, y abogó por atender de manera integral la inmigración irregular.
Personalmente, Morales agradeció a Peña Nieto y todos sus funcionarios el trato de forma "muy seria y muy responsable" que se produce a los migrantes retenidos y pidió, en la medida de los posible, agilizar su deportación, porque el número ha disminuido en los últimos meses.