Río de Janeiro, (EFE) – Dos menores murieron y al menos 34 huyeron tras una rebelión en un reformatorio en la ciudad brasileña de Recife en la madrugada de hoy, dos días después de que otro motín en un reformatorio en Lagoa Seca, también en el nordeste de Brasil, dejara siete muertos y dos heridos.
La nueva rebelión se registró en una unidad de la Fundación de Atención Social (Funase) en Abreu e Lima, municipio en la región metropolitana de Recife, la capital del estado de Pernambuco (nordeste).
Un grupo de internos lideró un motín en la unidad para menores infractores, le prendió fuego a los colchones e inició una serie de incidentes violentos que concluyeron con la muerte de dos de ellos y la llegada de la policía.
Los adolescentes prófugos aprovecharon la confusión para abrir a golpes un hueco en uno de los muros externos del reformatorio próximo a una garita de vigilancia y protagonizar una fuga en masa.
La unidad de la Funase en Abreu e Lima, que ha sido escenario de otras fugas y muertes, albergaba hasta el domingo 174 adolescentes pese a su capacidad para 98 internos.
Una rebelión en el mismo reformatorio el 24 de abril dejó seis heridos. El 19 de marzo se registró un asesinato dentro de la unidad y en enero otra fuga masiva con 12 prófugos.
El incidente en Recife se registró dos días después de que un motín en un reformatorio en Lagoa Seca, municipio en el interior del estado de Paraíba (nordeste), terminara con siete internos muertos, dos heridos y 17 fugados.
Los prófugos también aprovecharon una rebelión en la unidad, con quema de colchones y muebles y enfrentamientos entre bandas rivales en el reformatorio, para huir en la madrugada del sábado.
Algunas de las siete víctimas murieron carbonizadas en este reformatorio en Paraíba que tiene capacidad para 90 internos y albergaba cerca de 200 antes de los incidentes.