Al menos seis personas murieron y varias están desaparecidas por el temporal de lluvias que azota desde hace días los estados brasileños de Alagoas y Pernambuco, en el noreste de Brasil, y que ha obligado a miles de familias a abandonar sus casas, informaron hoy fuentes oficiales.
En Pernambuco, las fuertes precipitaciones han provocado inundaciones y deslizamientos de tierra que han dejado hasta el momento dos muertos y dos desaparecidos, según datos del Gobierno regional.
El gobernador de Pernambuco, Paulo Câmara, decretó hoy el "estado de calamidad" en trece municipios en los que unas cinco mil personas han tenido que ser realojadas ante la imposibilidad de volver a sus hogares.
Las autoridades estiman que estas son las peores lluvias desde el año 2010, cuando un fuerte temporal destruyó varias localidades de ese estado.
El presidente de Brasil, Michel Temer, anuló todos los actos que tenía previstos para la tarde de este domingo y decidió viajar a las zonas afectadas, incluido el estado de Alagoas, también azotado en los últimos días por las intensas precipitaciones.
En Alagoas varios aludes provocados por el temporal han dejado desde la madrugada del sábado cuatro muertos y un igual número de desaparecidos, según señaló el Cuerpo de Bomberos.
De acuerdo con el último boletín del Gobierno regional, 862 familias no pueden volver a sus casas en Maceió, la capital de Alagoas, número que se suma a las 515 afectadas en los municipios de Marechal Deodoro, Pilar y Atalaia.
El gobernador de Alagoas, José Renan Vasconcelos, decretó la situación de "emergencia" en la mayoría de estas localidades a las que se han movilizado un centenar de soldados del Ejército brasileño para ayudar en las labores de rescate.
"El terreno está muy encharcado e inestable. Eso nos obligó a retirar las máquinas pesadas, pues había riesgo de nuevos deslizamientos", dijo el teniente-coronel del Cuerpo de Bomberos de Maceió, Ricardo Cruz, quien colabora en las labores de salvamento.
Según datos oficiales, en lo últimos seis días llovió todo lo esperado para el mes de mayo.
Las fuertes lluvias que han arreciado en la región noreste de Brasil han dejado tras de sí, además de varios aludes, importantes inundaciones que se han complicado aún más con la crecida de los ríos que pasaban próximos a estas poblaciones.
Según la Secretaría regional de Medio Ambiente y Recursos Hídricos, el nivel de los ríos Paraíba y Mundaú permanece elevado, aunque estable, habiendo mayor preocupación con el segundo porque continúa lloviendo con intensidad por esa zona.
Las autoridades recomiendan a la población abandonar las áreas de riesgo y acudir a locales seguros.