Decenas de habitantes de una comunidad del estado mexicano de Puebla (centro), epicentro del robo de combustible que causa pérdidas millonarias, aprovecharon una toma cladestina para llenar numerosos contenedores con gasolina ante la mirada de autoridades locales.
La toma ilegal quedó expuesta al amanecer en un poblado del municipio de San Matías Tlalancaleca, a unos 86 kilómetros de Ciudad de México, donde por la presión del ducto de Petróleos Mexicanos (Pemex) la gasolina brotó a una altura de hasta 15 metros.
Los pobladores de la zona, entre ellos menores de edad, acudieron al sitio y aprovecharon para llenar desde cubetas hasta bidones que transportaron en camionetas sin ninguna oposición, pese a que en el lugar se desplegó personal de Seguridad Física de Pemex y policías municipales.
"Ante la presencia de gente, presuntamente de la comunidad, que irresponsablemente llevó a niños al lugar, se tomó la decisión de evitar cualquier tipo de enfrentamiento, así como (descartar) el riesgo que representa cualquier fricción con el combustible, que pudiera desencadenar una contingencia mayor", informó en un comunicado el grupo de coordinación "Puebla Segura", que integra a fuerzas fedderales y estatales.
La fuente de gasolina estuvo activa por unas tres horas, sin que fuera necesario evacuar la comunidad, tampoco se suspendieron clases, aunque en el sitio se encontraban menores de edad, incluso de brazos.
El robo de combustible ha convulsionado varios estados del país, con violentos enfrentamientos entre autoridades y bandas organizadas, además de familias que viven de esa práctica al margen de la ley.
Un litro de carburante en las estaciones de servicio ronda los 17,50 pesos (poco menos de un dólar), mientras que en el mercado negro se puede conseguir por la mitad o hasta por una tercera parte, aunque en los últimos días el combustible robado se ha elevado por la realización de operativos.
El incremento del precio "es por la disminución de la producción, mayor riesgo y menor rentabilidad en la extracción y venta ilegal de combustible", dijo a la AFP Jesús Morales, secretario de Seguridad Pública de Puebla.
Hace dos semanas, en un enfrentamiento entre militares y bandas dedicadas al robo de gasolina murieron cuatro soldados y seis presuntos delincuentes.