México, 16 may (EFE).- Apremiado por la indignación derivada de la incesante violencia contra periodistas, que ayer se cobró la vida de dos nuevas víctimas, el Gobierno de México reconoció hoy la insuficiencia de las medidas para proteger al gremio y anunció un trabajo coordinado con los estados para encarar la crisis.
Al término de una reunión de seguridad con autoridades del estado de Guerrero efectuada en Acapulco, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio, declaró que el Gobierno federal "repudia y condena las cobardes agresiones contra periodistas, y expresa por supuesto sus sinceras condolencias a los familiares".
"Tenemos claro que ante estos actos, las palabras no bastan, que se requiere una respuesta de Estado, que las autoridades estatales y federales debemos seguir tomando medidas para garantizar la labor periodística y cerrar las puertas a la impunidad", dijo.
Osorio explicó que con ese fin se creó el Mecanismo de Protección a Periodistas y Defensores de Derechos Humanos, instancia en la que participan representantes del Gobierno y de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, así como periodistas y defensores que en conjunto evalúan casos específicos y definen las medidas procedentes.
Se trata, expuso, de "un espacio que ha venido contando con aportaciones de organismos nacionales e internacionales y que ha brindado protección a más de 530 periodistas y defensores".
"Pero queda claro que no es suficiente; tenemos que ir más allá", dijo el ministro, y añadió que el presidente Enrique Peña Nieto le ha ordenado convocar una reunión inmediata con los gobernadores de las 32 entidades federativas del país para definir acciones conjuntas orientadas a "abordar desde la corresponsabilidad un tema tan importante".
Precisó que ha hablado con el jefe del Gobierno de Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, quien preside la Conferencia Nacional de Gobernadores, "y se ha acordado que el día de mañana tenga lugar esta reunión".
"Por instrucción del presidente Enrique Peña Nieto, habremos de trabajar junto con las entidades para garantizar las condiciones que requieren el desempeño de su importante labor", puntualizó.
Periodistas mexicanos salieron a las calles este martes para repudiar los asesinatos del comunicador Javier Valdez, en el estado de Sinaloa, y de Jonathan Rodríguez, trabajador de un semanario de Jalisco, cometidos ambos el lunes.
Valdez, ganador en 2011 del Premio Libertad de Prensa del Comité para la Protección de Periodistas y el Maria Moors Cabot, y conocido por su valiente trabajo sobre el narcotráfico, fue asesinado a tiros en Culiacán, capital de Sinaloa.
Unas horas después murió Rodríguez, trabajador del semanario El Costeño de Autlán, de Jalisco, en un ataque armado en el que su madre Sonia Córdova, subdirectora del mismo medio, resultó herida de gravedad.
Autoridades estatales reportaron hoy que Córdova se encuentra en estado estable.
México: Asesinan a periodista en estado norteño de Sinaloa
Estos crímenes provocaron un aluvión de condenas y exigencias de justicia de organismos de derechos humanos y colectivos de periodistas, tanto nacionales como internacionales.
"Nos están matando" y "No al silencio" fueron los mensajes que lanzó hoy un grupo de periodistas frente al monumento conocido como Ángel de la Independencia en Ciudad de México.
La fotógrafa Gabriela Esquivel, una de las organizadoras del acto en la capital, lamentó "la impunidad" que prevalece en los asesinatos de periodistas, que suman siete en lo que va de año contando a los dos cometidos el lunes, y más de un centenar desde el año 2000.
"No importa que nos sigan matando y matando. Así podemos seguir y al Gobierno federal no le interesa", dijo a Efe la reportera gráfica.
En Guadalajara, capital de Jalisco, decenas de periodistas se reunieron frente la sede de la Fiscalía estatal con fotos de los periodistas asesinados y desaparecidos en el país.
"Al matar un periodista se acuchilla la democracia", "No se mata la verdad, matando a periodistas", señalaban algunas de las pancartas.
En Sinaloa se llevaron a cabo dos protestas, mientras que en Chilpancingo, capital de Guerrero, se exigió la protección del derecho a informar.
También se convocaron protestas en Baja California y Veracruz, este último uno de los estados más peligrosos de México para el periodismo.
Adicionalmente, varios medios de comunicación realizaron un paro de labores en sus portales digitales.