Cuatro supuestos narcotraficantes colombianos murieron a manos de las fuerzas de seguridad de Panamá en un enfrentamiento armado que inició el martes y finalizó hoy en la selva panameña del Darién, fronteriza con Colombia.
Los ahora fallecidos fueron sorprendidos por el Servicio Nacional de Fronteras (Senafront) en los márgenes del río Tupiza, donde respondieron a la autoridad con disparos, de acuerdo con un comunicado del Ministerio Público (MP-Fiscalía).
Una de las víctimas pereció el pasado 2 de mayo y otros tres este miércoles durante intervenciones de la policía de Fronteras, que de acuerdo al MP investigaba a este grupo desde abril y había detectado recientemente el ingreso de 30 de sus integrantes, armados, a través del río Tupiza, en la comarca indígena Emberá-Wounan.
Las autoridades no encontraron documentos de identidad a los fallecidos, aunque el MP presume que son colombianos.
En los lugares de los tiroteos, el Senafront se incautó de dos armas de fuego de calibre no precisado, un fusil R15, un arma de guerra AK-47 y municiones, indicó la Fiscalía en su comunicado, en el que anunció una investigación de los hechos.
La indagación está a cargo de la Fiscalía Especializada en Delitos Relacionada con Drogas del Darién.
Las autoridades no han precisado sobre droga incautada en la operación.
Una de las vías de entrada a Panamá más usadas por los narcotraficantes es la selva del Darién, que hace de frontera natural con Colombia y que es el único punto del continente donde se interrumpe la carretera Panamericana.
En octubre del año pasado los presidentes de Panamá y Colombia, Juan Carlos Varela y Jua Manuel Santos, respectivamente, acordaron construir en esta zona dos bases conjuntas.
Las autoridades panameñas han denunciado en varias ocasiones que la producción de droga en la región se ha duplicado en los últimos años. En 2015 se incautaron de 58,1 toneladas de drogas, una cifra récord que sin embargo fue superada por las 72,4 toneladas de 2016.