Al menos 13 miembros de la tribu indígena Gamela resultaron heridos, uno con las manos amputadas, al ser atacados por pistoleros en tierras ancestrales que habían recuperado en el estado de Maranhao (noreste de Brasil), denunció este lunes el Congreso Indigenista Misionero (Cimi).
Tras la agresión, ocurrida el domingo en el Povoado das Bahías, en Viana (a 220 km de la capital, Sao Luis), cinco de las víctimas fueron hospitalizadas, de las cuales tres siguen en estado grave, según informó la Comisión Pastoral de la Tierra de Maranhao (CPT), también ligada a la Iglesia Católica.
Uno de ellos es Aldeli Ribeiro Gamela, quien recibió un tiro en la costilla y otro en la columna, además de sufrir la amputación de las manos y cortes en las rodillas.
El gobierno de Maranhao, de su lado, divulgó la noche del lunes que fueron siete los heridos en la "lamentable violencia" desatada en Bahías, cinco de ellos de la etnia gamela. De esos indígenas, uno habría sufrido una "fractura expuesta en las manos" de la que tuvo que ser operado, de acuerdo al comunicado emitido por las autoridades.
El ataque se produjo mientras los indígenas abandonaban estas tierras ancestrales que habían recuperado el viernes, pero que habían decidido dejar "previendo la violencia inminente", según explicó la CPT. Fue entonces cuando aparecieron decenas de hombres -comandados por hacendados locales, en la versión de los denunciantes-, portando armas de fuego, puñales y bastones de madera.
Varios integrantes de la tribu huyeron por el bosque, lo que hace temer que existan nuevos heridos.
Según la Pastoral, el gobierno de Maranhao ya había sido informado de "la situación conflictiva en la región y del riesgo de que ocurriera una masacre", pero hasta el momento no había ordenado ninguna acción policial.
Al trascender las denuncias este lunes, el ministro de Justicia, Osmar Serraglio, determinó el envío de agentes federales a Povoado das Bahías "para evitar más conflictos", de acuerdo a una nota de la cartera.
Este ataque llega apenas diez días después de que nueve campesinos fueran masacrados en una remota zona rural de Mato Grosso (centro-oeste), en una aparente disputa por tierras.
Según la CPT, 61 personas fueron asesinadas en 2016 en Brasil durante conflictos rurales, la mayoría campesinos asentados o sin tierra, presionados por grandes hacendados para dejar las áreas ocupadas.