"La lucha por días mejores para todos los brasileños está apenas comenzando. La ampliación de la democracia nos llevará a la victoria", resaltó Dilma Rousseff por medio de un comunicado.
La huelga general que se mantuvo este viernes en protesta contra las reformas del Gobierno brasileño se erigió como un "día histórico" que generó un "momento de esperanza y de resistencia", afirmó la presidenta electa de Brasil, Dilma Rousseff.
"La huelga es símbolo de coraje. Es un momento de resistencia y esperanza. Treinticinco millones de brasileños cruzaron los brazos para fortalecer la democracia en Brasil", aseguró Rousseff en un comunicado.
El paro general de este viernes es el primero contra el Gobierno del presidente no electo de Brasil, Michel Temer, desde que asumió el cargo de forma definitiva en agosto pasado, tras la destitución de Rousseff por irregularidades administrativas en el área fiscal, a manos del Senado.
La convocatoria corrió a cuenta por sindicatos y movimientos sociales de izquierda contra la reforma laboral y del sistema de pensiones, que buscan establecer por primera vez una edad mínima de jubilación y elevar la cantidad de años necesarios para cobrar la pensión completa.
"La lucha y la defensa de la democracia es un deber de todos nosotros", estimó la lideresa del Partido de los Trabajadores (PT).
Igualmente, dijo en su mensaje al final de la jornada de protesta que "estamos del lado correcto", y que "mi corazón se llena de esperanza".
La huelga se produjo además, casi un año después de que el Senado destituyera a Rousseff, quien ha demostrado en días recientes el carácter ilícito del proceso.
"La lucha por días mejores para todos los brasileños está apenas comenzando. La ampliación de la democracia nos llevará a la victoria", añadió Rousseff.