Al menos 15 personas fallecieron la madrugada del miércoles en el eje cafetero de Colombia tras varias avalanchas provocadas por las fuertes lluvias en la ciudad de Manizales dos semanas después de una tragedia que dejó más de 300 muertos en el sur del país.
"Fueron sepultados mientras dormían", dijo a The Associated Press el jefe de la Defensa Civil de Manizales, Jaime Gallego, quien especificó que entre los muertos hay tres niños y un policía.
Nueve personas siguen desaparecidas, mientras dos decenas sufrieron heridas leves, según el último reporte oficial. Entre los 15 fallecidos hay dos menores de edad.
Los aludes ocurrieron cerca de la medianoche del martes y hubo más de 70 casas derrumbadas en una decena de barrios residenciales de clase media de esa localidad de unos 400.000 habitantes, además de un área humilde de construcciones precarias que quedó muy perjudicada. Unas 400 viviendas fueron desalojadas.
El alcalde de la ciudad, José Octavio Cardona, dijo a la radio FM que hubo 40 o 50 avalanchas provocadas por precipitaciones "increíblemente intensas". Sólo en la noche del martes llovió lo equivalente a un mes, dijeron las autoridades.
A las cinco de la madrugada, Ana Henao, un ama de casa de 28 años, y su hija de 12 no dormían. Llevaban horas escuchando la lluvia y sospechaban que algo iba a pasar.
"Cuando cayó toda esa tierra salimos corriendo despavoridas y nos salvamos", contó a la AP. Su casa quedó en ruinas, no perdieron familiares pero siete vecinos siguen desaparecidos.
Cardona declaró la calamidad pública en la ciudad, que se proclamó en alerta roja por precipitaciones.
Unos 120 rescatistas trabajan en la zona para intentar localizar a los desaparecidos entre viviendas inundadas y zonas de la ciudad totalmente arrasadas ladera abajo.