La pulseada entre los docentes y el presidente de Argentina, Mauricio Macri, se tensó el martes a raíz de una nueva huelga nacional convocada por los sindicatos de la educación en repudio a la represión policial de un grupo de maestros.
Macri cuestionó la medida de fuerza de 24 horas que encabeza la Confederación de Trabajadores de Educación de la República Argentina (CTERA) en rechazo al desalojo por la fuerza de varios docentes y sindicalistas el domingo en la plaza situada frente al Congreso Nacional en Buenos Aires, donde los manifestantes querían instalar una carpa a modo de "aula itinerante" para hace oír sus reclamos.
En un encuentro con emprendedores Macri denunció que los gremios de la educación "en vez de dar el ejemplo, violan las normas, y encima que las violan, día de paro".
Los docentes denunciaron que fueron violentamente reprimidos. El gobierno capitalino señaló que los manifestantes no habían pedido autorización para montar la estructura y que la policía actuó defensivamente ante agresiones sufridas. Cuatro maestros fueron detenidos.
El paro es secundado por otros tres sindicatos estatales y uno privado en reclamo además de un incremento de 35% de los salarios para compensar una pérdida de poder adquisitivo por efecto de la inflación de cerca de 40% de 2016 y de una negociación salarial a nivel nacional en lugar de provincial, como pretende el gobierno.
La jornada de protesta incluye una manifestación que finalizará en la Plaza de Mayo, frente a la casa de gobierno, y el dictado de clases públicas por profesores universitarios.
La secretaria general de CTERA, Sonia Alesso, defendió la medida de fuerza al criticar en declaraciones a Radio Mitre que "sin mediar siquiera un diálogo ni un juez interviniente ni una autoridad pasaron por arriba de docentes, golpeando a maestros que estábamos ahí".
Después del incidente el gobierno capitalino se mostró dispuesto a instalar el "aula itinerante" si se cumplen los requisitos municipales.
El tenso pulso entre los maestros y el gobierno de Macri, un tecnócrata que asumió el poder en diciembre de 2015, se remonta a principios de marzo, cuando el inicio del curso lectivo se vio afectado por varios días de paro. Desde entonces millones de chicos no han tenido clases de forma continuada.