Un muerto por inundación en ciudad del sur de Argentina

Un enfermero de 44 años que salía de su casa al trabajo murió el viernes arrastrado por una correntada tras una fuerte lluvia en medio de la inundación que afecta a la sureña ciudad Argentina de Comodoro Rivadavia, según fuentes comunales.

Intensas precipitaciones habían castigado hace una semana la ciudad de unos 200.000 habitantes y ubicada 1.900 km al sur de Buenos Aires, con un saldo de unos 1.000 evacuados y destrozos en el casco urbano.

El sol se había asomado el martes, pero las lluvias volvieron la madrugada del viernes.

Comodoro Rivadavia es la ciudad más poblada de la provincia de Chubut, en la extensa región denominada Patagonia, de inhóspito clima, azotada todo el año por fuertes vientos.

La economía comodorense está basada en la explotación petrolera, la industria pesquera y la ganadería.

El fenómeno meteorológico ha afectado a miles de pobladores y obligado a cerrar las escuelas en Rada Tilly, localidad situada a 10 Km al sur.

Justicia salvadoreña ratifica condena a coronel por asesinato de jesuitas

La justicia de El Salvador ratificó una condena de 30 años de cárcel contra un coronel retirado implicado en el asesinato de seis sacerdotes jesuitas por parte de un comando militar en 1989, informó este jueves el poder judicial.

La Cámara Primera de lo Penal "ratificó la condena a 30 años de prisión impuesta en 1992 al coronel Guillermo Alfredo Benavides por su participación en la masacre de seis sacerdotes jesuitas en noviembre de 1989 y dos de sus colaboradoras", consignó el Centro Judicial de San Salvador en un comunicado.

Benavides, exdirector de la escuela militar de San Salvador, fue responsabilizado en un juicio del múltiple crimen que conmovió a la comunidad internacional.

Gracias a una amnistía que en 1993 perdonó las atrocidades cometidas en la guerra civil (1980-1992), Benavides se encontraba en libertad, pero fue detenido el 5 de febrero de 2016 a petición del juez español Eloy Velasco.

En julio de 2016, la Corte salvadoreña derogó la ley de amnistía, el único obstáculo que impedía hacer justicia en decenas de masacres y crímenes individuales.

Junto a Benavides fueron detenidos el sargento Tomás Zárpate Castillo y el subteniente José Antonio Ramiro Ávalos, también implicados en el crimen de los jesuitas, pero fueron liberados luego que la Corte Suprema resolviera en agosto de 2016 que los militares no serían extraditados a España.

La madrugada del 16 de noviembre de 1989, en medio de una ofensiva guerrillera sobre San Salvador, efectivos del ahora proscrito batallón Atlacatl asesinaron a seis sacerdotes en el campus de la jesuita Universidad Centroamericana, entre ellos el español-salvadoreño Ignacio Ellacuría, rector de esa casa de estudios, y prominente defensor de la Teología de la Liberación.

También fueron asesinados los sacerdotes españoles Ignacio Martín Baró (vicerrector), Segundo Montes, Amando López y Juan Ramón Moreno, el cura salvadoreño Joaquín López, la empleada doméstica Elba Ramos y su hija Celina.