Los obispos de El Salvador, que el lunes inician una visita a Roma, hablarán con el papa Francisco sobre la impunidad que rodea el asesinato de monseñor Óscar Arnulfo Romero, mientras oficiaba misa en 1980.
La falta de justicia en torno al asesinato del pastor, declarado beato el 23 de mayo de 2015, "es uno de los temas que vamos a tocar con el papa", declaró el obispo auxiliar de San Salvador, Gregorio Rosa Chávez, en una rueda de prensa en la que se anunciaron los actos conmemorativos del 37 aniversario de la muerte de Romero.
Con el informe que emitió una comisión de la verdad creada por la ONU en 1993 para investigar las atrocidades de la guerra civil (1980-1992), según Rosa Chávez, quedó "claro" quiénes fraguaron el homicidio, que conmovió a la comunidad internacional.
Al anochecer del 24 de marzo de 1980, Romero fue asesinado por un francotirador de los escuadrones de la muerte ultraderechistas mientras oficiaba misa en la capilla de un hospital para cancerosos de San Salvador.
La comisión de la ONU concluyó que "existe plena evidencia" de que el mayor Roberto D´Aubuisson, fundador del partido Alianza Republicana Nacionalista (Arena, derecha) y fallecido en febrero de 1992, fue quien "dio la orden de asesinar al arzobispo".
Monseñor Rosa Chávez sostuvo que el testimonio que ofreció a la prensa el capitán Álvaro Saravia, el lugarteniente de D´Aubuisson, sobre cómo mataron a Romero también es revelador.
"No hay dónde perderse" y lo que falta es que "el Estado cumpla su parte, que se abra el caso, se investigue y se juzgue" porque "es una tarea pendiente", apuntó.
Entre el 20 y el 25 de marzo, los obispos de las ocho diócesis y del ordinariato militar viajarán a Roma para la visita que cada diez años realizan para informar de su labor pastoral.
El 24 de marzo, por primera vez, todos los obispos salvadoreños oficiarán una misa en Roma para conmemorar la muerte de Romero con la comunidad salvadoreña residente en Italia.