El presidente de Guatemala pidió el jueves una reforma del sistema de albergues juveniles en el país, tras un incendio en un abarrotado centro estatal para menores en el que murieron más de una treintena de niñas. Mientras, las familias de las víctimas empezaban a recibir los cuerpos de las jóvenes.
El albergue, a las afueras de Ciudad de Guatemala, alojaba a unos 800 menores y mezclaba delincuentes juveniles con víctimas de abusos. Parientes y funcionarios dijeron que el fuego comenzó cuando algunas jóvenes prendieron fuego a los colchones para protestar por los abusos en el Hogar Seguro Virgen de la Asunción. Las llamas se extendieron por la división femenina del centro, donde algunas chicas estaban encerradas en un dormitorio tras un intento de fuga.
“¡Viólennos aquí, delante de todos. Vengan!”: Las razones del amotinamiento en Hogar Seguro.
"Este es un sistema rígido que se vuelve insensible", dijo el presidente, Jimmy Morales, añadiendo que hay 1,500 niños en centros públicos en toda Guatemala, de los cuales la inmensa mayoría tiene familia.
Morales pidió que el sistema se descentralizara. Pese a sus promesas de cambios, cientos de personas se reunieron ante la sede de gobierno y pidieron la renuncia del mandatario.
Por la noche, en el barrio humilde de 4 de febrero a las afueras de la capital, parientes y amigos se reunieron para el velorio de Madelyn Patricia Hernández Hernández, de 14 años.
En la modesta casa de la familia se veía un ataúd de madera forrado en seda blanca flanqueado de cirios. Había una fotografía de Madelyn colocada entre flores moradas.
Madelyn era huérfana desde los tres años, cuando unos pandilleros mataron a su madre por no pagar una extorsión, explicó la abuela de la niña, María Antonia García. El padre de la joven no estaba presente en su vida.
La joven se había portado mal, dijo García, pero se esperaba que saliera del albergue el 30 de marzo tras varios meses en el centro. Sin embargo, un juez no quería devolver la niña a la custodia de su abuela de 73 años debido a su edad.
García dijo que Madelyn se había quejado de que ellas y otras niñas sufrían golpizas.
"Nunca me dijo quién les pegaba", dijo la abuela, que pidió justicia a las autoridades. "Si ahora no se hace justicia van a seguir haciendo lo mismo, se va a repetir".
Diecinueve niñas murieron en el lugar del incendio y otras 16 fallecieron por sus heridas en hospitales de la zona.
Geovany Castillo contó a The Associated Press que su hija de 15 años tenía quemaduras en la cara, los brazos y las manos, pero había sobrevivido.
"Dice mi hija que el lugar estaba cerrado con llave (y) que entre varias niñas derribaron la puerta… Que se salvó porque puso una sábana mojada sobre ella", explicó Castillo, un agricultor de 33 años.
"Me dijo que sus compañeras le contaron que ahí las violaban y en protesta se escaparon y luego en protesta, para llamar la atención, les prendieron fuego a las colchonetas", añadió.