Ya nació la primera niña concebida in vitro después del fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos que obligó a Costa Rica a reiniciar ese tratamiento de reproducción humana asistida.
Este nacimiento, así como otras aplicaciones de la técnica que ya están en proceso, pudieron darse en el país, luego de la condena impuesta al Estado costarricense por el tribunal internacional en diciembre del 2012. Esa resolución revirtió el fallo de la Sala Constitucional que prohibió la fecundación in vitro (FIV) desde el 2000, al considerar que el tratamiento atentaba contra la vida humana.
Luego de la sentencia de la Corte fue necesario un reglamento del Ministerio de Salud para establecer requisitos, entre ellos la certificación de las clínicas. A partir de entonces, varios centros ya pusieron en ejecución la técnica.
Entre tanto, la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) está en trámite de licitar la construcción y el equipamiento de la Unidad de Medicina Reproductiva de Alta Complejidad, que se ubicará en el Hospital Nacional de las Mujeres (antigua Maternidad Carit).
Autoridades de la institución anunciaron en enero que estarían en capacidad de tratar hasta 170 pacientes por año con problemas de fertilidad.
Gerardo Escalante López, pionero de estos tratamientos en el país y quien trajo al mundo al primer niño in vitro de Costa Rica el 14 de octubre de 1995, manifestó su satisfacción por este nacimiento.
En 16 años, nacieron 15 personas con esa técnica, que consiste en fecundar un óvulo en un laboratorio con ayuda de procedimientos médicos que incluyen la estimulación ovárica mediante el uso de fármacos.