El presidente de Brasil, Michel Temer, levantó una polémica en el Día Internacional de la Mujer, al destacar el papel de las mujeres en la economía por su capacidad para advertir los cambios de precios en los supermercados.
"En la economía también, la mujer tiene una gran participación. Nadie es más capaz de indicar los desajustes, por ejemplo, de los precios en los supermercados que la mujer. Nadie es capaz de detectar mejor las eventuales fluctuaciones económicas que la mujer, por el presupuesto doméstico mayor o menor", afirmó el mandatario conservador durante la ceremonia celebrada este miércoles en Brasilia.
Acompañado en el acto por su esposa Marcela Temer, el presidente denunció que tanto en Brasil como en otras partes del mundo la mujer todavía es tratada "como si fuera una figura de segundo grado", cuando debe ser al contrario.
"Tengo absoluta convicción, por formación familiar y por estar al lado de Marcela, de todo lo que hace la mujer por la casa, de cuánto hace por el hogar, lo que hace por los hijos", aseguró Temer.
"Por ello, si la sociedad de alguna manera va bien, cuando los hijos crecen, es porque tuvieron una educación adecuada en sus casas. Y seguramente eso no lo hace el hombre, sino la mujer", añadió.
Las declaraciones del mandatario generaron reacciones instantáneas en las redes sociales, donde muchos usuarios criticaban su visión.
"¿Alguien avisa a Temer que ya estamos en el siglo XXI?", escribió una internauta en Twitter.
"¿Vieron el discurso de Temer? Parecía una broma", publicó otro usuario.
Ante la polémica, la secretaria nacional de Políticas para las Mujeres, Fátima Pelaes, trató de minimizar las declaraciones afirmando que el presidente no era machista, sino que apenas describió una realidad aún vigente.
"Creo que estamos hablando de lo que la mujer vive todavía hoy. Está fuera de casa, en el trabajo, pero tiene las actividades domésticas, que aún están bajo su responsabilidad", afirmó en declaraciones recogidas por el diario Folha de Sao Paulo.