Líderes empresariales locales detectaron en los últimos meses la presencia de miembros de maras centroamericanas en el sur de México, que habrían llegado huyendo de la mayor presión policial en sus países, informaron este martes a la AFP.
Según estos empresarios, los integrantes de dichas pandillas estuvieron detrás de los violentos saqueos que se registraron en Tapachula, en el estado de Chiapas (sureste), en enero coincidiendo con las protestas por el aumento del precio de la gasolina en todo México.
"El seis de enero aquí hubo vandalismo y estuvo descontrolado. Nos dimos cuenta que en Tapachula estaban los maras y que estaban incrementándose", dice Carlos Murillo, titular de Canaco-Servytur, la cámara que agrupa a los comerciantes de la ciudad.
El 15 de febrero, la secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana de Chiapas informó de la detención de 103 presuntos integrantes de maras por delitos del fuero común y faltas administrativas.
Los representantes de las cámaras empresariales consideran que dicho aumento obedece a los operativos que desde el año pasado realizan las autoridades de El Salvador, Honduras y Guatemala contra esos grupos.
"Han estado combatiendo la cuestión de las maras y estas están retornando nuevamente a México", dijo Fidel Gómez, presidente de la delegación local de la Cámara Mexicana de la Industria de la Transformación.
Los tres países centroamericanos, que conforman el Triángulo Norte de Centroamérica, firmaron en agosto de 2016 una estrategia común para enfrentar el problema, que incluye el trabajo en común de las fiscalías y una fuerza de los ejércitos y policías.
Entre las tres naciones registraron 16.000 homicidios en 2016, con lo que la zona se mantiene como una de las regiones sin guerra más violentas del mundo.