Proyecciones invariables en el Programa Monetario del BCH

De mantenerse el actual entorno económico interno y externo, el deslizamiento del lempira frente al dólar este año sería similar al del 2016, indicaron ayer autoridades del Banco Central de Honduras (BCH), en la presentación del Programa Monetario 2017-2018.

El año pasado la moneda hondureña se devaluó 5.17 por ciento en relación al dólar, en las últimas semanas se ha fortalecido, al evidenciar una revaluación de nueve centavos en comparación al valor que presentó en los primeros días del año.

En contraste, pesa en el horizonte económico del país, la incertidumbre marcada por las posturas anti-inmigratorias y proteccionistas de la administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

El Programa Monetario (PM) 2017-2018 aprobado por el Directorio del organismo recoge las proyecciones de las principales variables macroeconómicas de mediano plazo, a fin de orientar la toma de decisiones.

Detalla que la inflación interanual del año anterior fue del 3.31 por ciento y que el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) en términos reales cerró en 3.6 por ciento, impulsado por el dinamismo de la demanda interna.

TASAS DE CRECIMIENTO

De aquí en adelante y en base al análisis del contexto nacional e internacional proyecta un crecimiento anual del PIB del 3.4 a 3.7 por ciento igual a la proyección pasada. Resalta un menor auge de la Intermediación financiera, que de 8.7 se reduciría a 5.6 por ciento, en contraste, indica que la construcción pasaría de 5.6 a 6.0 por ciento; y la agricultura con un leve incremento del 4.2 a 4.6.

A la par, se estima un precio promedio para el quintal de café de 46 kilogramos por 143.8 dólares, mayor al anterior que rondó los 124 dólares, mientras que para la caja de banano exportado se calcula en 14.8 dólares, 20 céntimos menos al precio del 2016.

En cuanto a importaciones se proyecta un precio promedio del barril de carburantes refinados de 62.41 dólares y en 52.88 para el barril de petróleo crudo. Mientras que se teme un aumento en los precios de los cereales como el maíz amarillo que se importa en Honduras para el sector de los balanceados.

Se mantienen en alza las proyecciones de remesas, al calcular que al final del año entrarían a la economía alrededor de 4,051 millones de dólares, mayor en 2.0 por ciento, en comparación con el 2016, cuando los hondureños desde el exterior dinamizaron el consumo interno con más de 3,974 millones de dólares.

De esta manera, el Programa Monetario 2017-2018 descarta una caída de los flujos en dólares por remesas, al tiempo que mantiene en 4.5 meses de importación la cantidad de Reservas Internacionales, pero no ofrece datos absolutos en dólares como ha sido la costumbre.

PLAN “B”

A la presentación asistió la subsecretaría de Inversión y Crédito Público de la Secretaría de Finanzas, Rocío Tábora, que descarta masivas deportaciones, al mencionar que así se lo aseguraron funcionarios de Migración de Estados Unidos durante una reunión reciente en Washington.

Tábora agregó que ante un eventual entorno económico negativo, el plan “B” del gobierno consiste en mantener la salud macroeconómica y apostarle al Programa 20-20 que ofrecería empleos.

Sin embargo, se ve con preocupación la reforma fiscal estadounidense, que entre otras medidas aislacionistas, implica posibles estímulos fiscales como la aplicación de un 20 por ciento de impuestos a las importaciones de terceros países.

Al respecto, el presidente del BCH, Manuel Bautista comentó que de todas las amenazas que se visualizan de la administración Trump, un arancel es lo que más preocupa, porque el 35 por ciento de las exportaciones hondureñas van al mercado estadounidense.

El documento añade que las economías emergentes, como China, los pronósticos podrían alterarse si se presentan restricciones al comercio mundial por la aplicación de políticas proteccionistas.

PROGRAMA

Se proyectan flujos de Inversión Extranjera Directa (IED) por 1,074 millones de dólares, levemente mayor en comparación al 2016 que fue de 1,002 millones.

MEDIDAS

-Mantener la Tasa de Política Monetaria como variable operativa, realizando las revisiones necesarias de acuerdo al comportamiento observado, expectativas internas y externas.

-Mantener niveles de liquidez congruentes con el objetivo de estabilidad de precios y el fortalecimiento de la posición externa del país, lo cual requiere continuar ejecutando la subasta diaria de dólares y estructural de Valores del BCH. (Ahora los bancos retienen un 10% de las divisas como parte de la creación de un mercado interbancario).

-Continuar fortaleciendo el marco operacional y el mecanismo de transmisión de la política monetaria centrando su atención en la estabilidad de precios, lo que coadyuva al crecimiento económico sostenido del país. Dado lo anterior se prevé adaptar los instrumentos de política monetaria de manera que se pueda absorber o suministrar recursos conforme a las condiciones de liquidez prevalecientes en el sistema financiero.

-Velar por el óptimo funcionamiento del Mercado Organizado de Divisas, así como la revisión de la normativa y aplicación de las mejoras necesarias.

-Revisar, si fuese necesario, el Programa Monetario para adecuarlo en función de los probables cambios de perspectivas o materialización de riesgos de choques- externos e internos.