Cerca de 4.000 miembros de la policía de Honduras han sido destituidos desde abril de 2016 en una depuración emprendida para sacar a los efectivos sospechosos de tener vínculos con el crimen organizado, anunció este jueves la comisión encargada del proceso.
En los últimos once meses fueron expulsados 3.913 agentes, incluidos 815 oficiales, de acuerdo con un comunicado de la Comisión Especial para el Proceso de Depuración y Transformación de la Policía.
Desde el 14 de febrero, día en el que se publicó el último balance, se destituyeron 954 policías.
Omar Rivera, integrante de la comisión, prometió una nueva policía conformada por hombres y mujeres "competentes, decentes y valientes".
El proceso se inició en abril del año pasado, cuando la institución tenía unos 9.500 efectivos. Desde entonces la Comisión ha incorporado a unos 2.500 agentes entrenados bajo nuevos programas con énfasis en derechos humanos.
La comisión está integrada por tres miembros de la sociedad civil y el ministro de Seguridad, Julián Pacheco, luego de que trascendiera en la prensa que la cúpula policial ordenó los asesinatos del zar antidrogas, Arístides González en 2009, y del asesor de Seguridad, Alfredo Landaverde en 2011.
El pastor Jorge Machado, quien labora en asuntos administrativos de la comisión, sufrió un atentado del que salió ileso en diciembre pasado, y desde entonces todos los integrantes tienen que tener custodia policial ante las amenazas que reciben de los "depurados".
Honduras tiene una tasa de homicidios cercana a 60 por cada 100.000 habitantes, más de siete veces el promedio mundial de 6,7 de la Organización Mundial de la Salud (OMS).