Peritos forenses identificaron a los 19 fallecidos en el vuelco del bus ocurrido el sábado en el oeste de Argentina, próximo a la frontera con Chile, cuando el conductor tomó una curva de alta montaña al doble de la velocidad permitida, según testigos.
El vehículo, de la empresa chilena Tur-Bus, había partido de Mendoza (1.000 km al oeste de Buenos Aires) con 40 pasajeros y dos conductores, y tenía como destino Santiago de Chile.
El vuelco dejó 16 muertos y 22 heridos, tres de los cuales fallecieron tras ser hospitalizados.
Los fallecidos son 17 argentinos, entre ellos un bebé de 11 meses, una mujer chilena y una joven peruana.
Ambos conductores, de nacionalidad chilena, resultaron ilesos y fueron arrestados, aunque el que descansaba al momento del vuelco fue liberado la noche del sábado, dijeron fuentes judiciales.
Sobre el otro pesa la imputación de homicidio culposo.
Siete heridos siguen hospitalizados, entre ellos tres niños, uno en terapia intensiva tras ser sometido a una cirugía de cabeza por traumatismo encefalocraneal. Dos son hermanos, de uno y tres años, cuyos padres fallecieron en el accidente.
Entre los adultos hospitalizados hay una mujer en terapia intensiva y con pronóstico reservado, mientras los demás "evolucionan favorablemente pese al shock postraumático", dijo este domingo la ministra de Salud de Mendoza, Claudia Najul. El resto fue dado de alta.
De acuerdo al testimonio de sobrevivientes, el conductor había derrapado en dos ocasiones antes del vuelco y los pasajeros le reclamaban a los gritos bajar la velocidad.
Según relataron iba a más del doble de la velocidad permitida cuando tomó la peligrosa curva de Yeso, donde la máxima es de 40 km por hora. El velocímetro quedó en 100km por hora tras el accidente.
"Fue una negligencia grave del conductor, sin dudas tomó la curva a más de 100km por hora, estamos esperando el resultado de los análisis realizados al conductor para saber si había alcohol o sustancias en sangre", dijo este domingo Néstor Majul, suscrecetrario de Relaciones con la Comunidad de Mendoza.
"Si se comprueba que el origen del accidente fue el exceso de velocidad, lo repudiamos con todo rigor y habrá que asumir las consecuencias", dijo el sábado Victoriano Gómez, gerente de comunicaciones de Tur-Bus.
La mayoría de las víctimas fatales murieron aplastadas por el bus que quedó ladeado a metros de un barranco a dos kilómetros de la frontera con Chile en el Parque Aconcagua, al pie del cerro homónimo de 6.960 metros de altitud, la cima más alta de América.
Forenses debieron recurrir a fotografías y huellas dactilares para reconocer a los fallecidos "para evitarle a familiares pasar por el reconocimiento", explicó Najul.
El presidente Mauricio Macri se solidarizó con las víctimas a través de Twitter. España envió sus condolencias mediante un telegrama del jefe de Gobierno, Mariano Rajoy, dirigido a Macri, que el lunes inicia una visita oficial a ese país.
