Hace mucho tiempo que se considera que tanto la sordera de Beethoven como la mala salud que condujo su muerte pudieron deberse al saturnismo. Es así como se conoce a la intoxicación por plomo, que estaría presente en el vino de mala calidad que solía beber.
Esta ha sido una hipótesis apoyada por muchos estudios y puesta en duda por unos pocos. Ahora, una nueva investigación decanta la balanza claramente hacia el plomo y otras sustancias tóxicas como causantes de la sordera del músico. Y posiblemente también de su muerte.
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Esta nueva investigación la ha realizado un equipo de científicos de Estados Unidos, a partir de uno de los mechones de pelo que se conservan del genio. Precisamente estos mechones ya habían servido para detectar el consumo de cantidades importantes de plomo antes de su muerte. Ahora, además, se ha sacado a la luz, que también consumió regularmente cantidades importantes de arsénico y mercurio.
Se sigue pensando que el origen principal de todas estas sustancias pudo ser el vino. Beethoven disponía de una pensión anual, por la cual se convirtió en el primer compositor musical independiente.
La conexión entre la sordera de Beethoven y el saturnismo
No necesitaba servir a ningún aristócrata para sobrevivir. Sin embargo, no era precisamente rico y tampoco daba demasiada importancia a la calidad de ciertos placeres, por lo que solía consumir vino adulterado, mucho más barato que el que se bebía en los salones de la alta sociedad.
Esta bebida se adulteraba con pequeñas cantidades de los elementos mencionados. Pequeñas cantidades que quizás no habrían sido dañinas para alguien con un consumo ocasional, pero ese no era el caso del artista. La sordera de Beethoven fue su primera condena, pero la mala salud en general le atormentó hasta el fin de sus días y los motivos están cada vez más claros.