China ya no es la «burla tecnológica»: es la verdadera potencia mundial

En un interesante hilo publicado por el programa ¡Ahí Les Va!, de RT; hicieron un recuento de cómo ha venido creciendo exponencialmente la tecnología de China, desplazando a otros países del mundo. Aquí un resumen:

Recuerdan esos tiempos en los que la tecnología china era la reina de las imitaciones baratas y las bromas despectivas. Bueno, parece que las cosas han cambiado un poco desde entonces. Según un estudio occidental publicado en 2023, el gigante asiático ha superado a EE.UU. en una serie de aspectos tecnológicos. ¡Vaya cambio, eh!

• Lee también: Masaya y Taizhou firman hermanamiento para potenciar más el folclore

Al más puro estilo de su filosofía de «poco a poco se va lejos», China comenzó su propio «gran salto adelante tecnológico» allá por las décadas de 1980 y 90, gracias a las reformas económicas lideradas por Deng Xiaoping. Sin inmutarse ante las burlas y acusaciones de ser malos copistas, China apostó no solo por convertirse en la fábrica del mundo, sino también en su referente tecnológico y científico. Y vaya si lo lograron.

¿Recuerdan cuando la tecnología china era objeto de burlas y desprecio por tratarse en su mayoría de copias de mala calidad de otros productos de primer nivel? Pues mucho ha cambiado desde entonces: China hoy supera a EE.UU. en varios aspectos tecnológicos.
¡Ahí les va!👇👇👇 pic.twitter.com/cA5JHTIv8V

— ¡Ahí les va! (@ahilesvainfo) April 24, 2024

China lidera el camino en Ciencia y Tecnología

De acuerdo con un estudio del Instituto Australiano de Política Estratégica (ASPI), financiado nada menos que por el Departamento de Estado, China lidera en 37 de 44 áreas estratégicas de ciencia y tecnología. Sí, lo has leído bien. ¡Incluso en cosas como el desarrollo de baterías eléctricas y la inteligencia artificial!

A pesar de mantener su liderazgo en algunas áreas clave como el desarrollo de vacunas y la computación cuántica, EE.UU. no puede ignorar que China está pisándole los talones (y con zapatos tecnológicamente avanzados).

Mientras EE.UU. es el líder en inversión para el desarrollo tecnológico, China no se queda atrás. Pero mientras EE.UU. ve cómo su industria manufacturera se reduce, China se consolida como la «fábrica del mundo». ¿El resultado? EE.UU. sabe cómo hacer las cosas, pero China también tiene los medios para hacerlas.

El Gigante Asiático es más que una fábrica

Aunque EE.UU. intenta venderse como líder en energías alternativas, la realidad es que China suministra la mayoría de los componentes para la industria solar estadounidense. Incluso en innovación militar, China comienza a hacer sombra a EE.UU.; especialmente en áreas como el desarrollo de motores aeronáuticos avanzados e hipersónicos.

¿Y qué tal si hablamos de energía nuclear? Los gigantes de Asia están en ello también. Han anunciado el primer reactor nuclear que utiliza torio, un elemento más limpio y seguro que el uranio. Y lo tienen en abundancia. ¡Hasta chistes «nerds» sobre átomos tienen!

Ante este panorama, ¿cómo reacciona EE.UU.? Con sanciones, por supuesto. Pero cuando se trata de imponer sanciones a un gigante como China, el resultado es justo lo contrario: impulsar aún más su desarrollo tecnológico.

El curioso caso de EE.UU. y China

Así que, paradójicamente, EE.UU. podría acabar siendo reconocido no solo por su pueblo y líderes, sino también por China; como un impulsor involuntario de su desarrollo técnico y científico. Quién lo diría, ¿verdad?

Definitivamente, el Gigante Asiático ha pasado de ser la imitadora a la innovadora en el mundo tecnológico. Su ascenso no solo redefine la competencia global, sino que también está cambiando la narrativa geopolítica mundial.

Y como dirían en el teatro, el papel de EE.UU. en este drama tecnológico parece ser el del impulso involuntario.