Se le conocía como el estrangulador de la I-5. Era Roger Kibbe, de 81 años, un asesino que cumplía seis cadenas perpetuas consecutivas por violar y asesinar a varias mujeres en los años setenta y ochenta en el entorno de la autopista interestatal 5 en California, en Estados Unidos. A todas las mataba de la misma manera, con estrangulamiento.
Este fin de semana, la dirección de la prisión de Mule Creek informó de su muerte. Aún no se sabe cómo y por qué falleció Kibbe, pero los investigadores están estudiando el incidente como un homicidio. De hecho, las autoridades no descartan que el preso podría haber sido atacado y asesinado por su compañero de celda Jason Budrow. Los funcionarios de prisiones se dieron cuenta que Kibbe yacía en el suelo y de inmediato fue llevado al centro de salud de la prisión, pero los médicos no pudieron salvarle la vida.
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Kibbe fue condenado en 1991 por el asesinato de Darcie Frackenpohl. Sin embargo, gracias al ADN del criminal se le pudo relacionar con seis asesinatos más. En 2008, se declaró culpable de esas muertes y recibió seis cadenas perpetuas más en prisión.
Táctica para atacar a víctimas
La calculada táctica de Kibbe para atacar a sus víctimas consistía en prestar auxilio en las autopistas al sur de Sacramento de madrugada a mujeres a las que se les había averiado el automóvil. Después de ofrecer ayuda, las secuestraba y las llevaba a lugares remotos donde las estrangulaba con su propia ropa. Durante la vista, familiares de las víctimas le calificaron de “monstruo”.