Se habla mucho de la dieta mediterránea y también de la atlántica, pero en general, está claro que es esencial alimentarse de forma saludable, priorizando los productos locales, especialmente las frutas, verduras, proteínas y grasas saludables.
Darle un nombre específico a esta forma de comer es secundario, pero a veces puede ayudar a que las personas se informen, adquieran conocimientos sobre nutrición y elijan sus alimentos con conciencia. Por eso, no es de extrañar que ahora se hable cada vez más de la dieta japonesa.
Cuando pensamos en Japón, es probable que nos vengan a la mente imágenes de personas muy longevas. No es de extrañar, ya que casi todos los años lideran el ranking de países con mayor esperanza de vida. De hecho, en Japón se encuentran lugares catalogados como zonas azules, donde reside una gran cantidad de personas centenarias, como es el caso de Okinawa.
Según una investigación realizada por científicos de la Universidad de Liverpool, gran parte de este fenómeno se debe a la alimentación japonesa. Dos de estos investigadores han publicado un artículo en The Conversation donde explican que la dieta japonesa tiene el potencial de prevenir el deterioro cognitivo relacionado con la edad.
Lo que puedes aprender de la dieta japonesa
Aunque este beneficio se ha observado principalmente en mujeres, en general está claro que la forma en que se alimentan en Japón ofrece numerosos beneficios; como lo demuestran las personas que superan el siglo de vida.
¿En qué consiste exactamente la dieta japonesa? Al hablar de la dieta japonesa, es importante entender que se refiere a los alimentos consumidos por una población específica, no a una dieta para perder peso; ya que el objetivo principal es mantener una vida saludable.
Los japoneses se alimentan principalmente de arroz, pescado, marisco y frutas, especialmente cítricos. Además, su dieta incluye alimentos ricos en soja, algas; miso y setas como las shiitake.