Derroche de fe, cultura y devoción se vivió en las calles y barrios de Managua, donde los capitalinos asistían a las celebraciones de la gritería, mismos que gritan a más no poder demostrando su fervor ante la virgen.
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Desde nacatamal, panas, azúcar, arroz, aceite y muchas cosas más que estén a la disposición, son las que normalmente se entregan a los asistentes de esta magna celebración.
"Aquí todo el año paso ahorrando para hacer toda esta alegría en Ciudad Sandino, toda esta bendición que nuestra madre santísima y nuestro señor Jesús nos lo da toda la familia y traemos toda esta bendición a las familias de Ciudad Sandino", dijo Reyna Ruiz, fiel devota de la virgen María.
Managua se vistió de azul celeste por la tradición de la gritería, que a como todos los 7 de diciembre los devotos los celebran alegremente.
Las familias asisten de casa en casa para gozar juntos y con devoción entonar cantos.
"Realmente desde muy pequeña somos devotas de la virgen santísima, nuestra madre, pero la tradición comienza desde que a un sobrino mío que vive aquí le tiraron una piedra por accidente en la cabeza y nosotros rogamos a ella por el milagro y entonces desde hace ya 7 años nosotros comenzamos a celebrar a la virgen santísima", comentó doña Lucia Barreto, fiel feligrés de la madre de todos los nicaragüenses.
En esta tradición participan familias que tienen más de 30 años rindiendo estas ofrendas a la virgen y cabe destacar que muchas de estas familias dieron inicio a su celebración por promesas cumplidas años atrás.
La celebración se realiza en una fecha especial en Nicaragua, pero día a día los creyentes están agradeciendo a la virgen por los milagros y las bendiciones que ella concede a sus familias.