El expresidente del Barcelona Josep María Bartomeu fue puesto en libertad provisional este martes tras comparecer ante una magistrada al cabo de una noche en la cárcel dentro de una investigación por presuntas irregularidades durante su gestión.
Las autoridades judiciales informaron que Bartomeu y Jaume Masferrer, su principal asesor en el club azulgrana, se acogieron a su derecho a no declarar ante el tribunal.
Bartomeu, Masferrer y otros exdirigentes el club fueron arrestados el lunes, luego que la policía catalana allanase la sede del Barcelona como parte de una operación para recabar información por el escándalo “Barçagate” que estalló el año pasado.
En ese caso, el Barcelona fue señalado de iniciar campañas de desprestigio en las redes sociales contra referentes del club — como los actuales jugadores Lionel Messi y Gerard Piqué y el extécnico Pep Guardiola — y otros individuos que eran detractores del expresidente azulgrana.
No se han imputado cargos contra el club, pero Bartomeu no ha sido eximido. El tribunal levantó el secreto de sumario a la causa y los acusados podrán tener acceso a las pruebas recabadas por las autoridades antes de comparecer otra vez ante la corte.
Los arrestos remecieron al Barça a menos de una semana de la realización de elección presidencial, acentuando la convulsa situación que ha atenazado al club en el último año.
“Cada club pasa por momentos complicados”, dijo el martes el técnico azulgrana Ronald Koeman, quien tomó las riendas tras la crisis desatada por la derrota 8-2 ante el Bayern Múnich en los cuartos de final de la Liga de Campeones.
“Nosotros no podemos hacer nada pero la imagen del club no es buena”, añadió Koeman, quien fue contratado por Bartomeu. “Hay que esperar a ver qué pasa. No puedo opinar y solo podemos concentrarnos en nuestro trabajo”.
El Barcelona viene de su primera temporada sin conquistar títulos desde 2007-08. Sucumbieron 4-1 ante el Paris Saint-Germain en la ida de la serie de octavos de final de la actual Champions y el miércoles intentarán revertir la derrota 2-0 ante el Sevilla en la ida de las semifinales de la Copa del Rey. El conjunto catalán marcha cinco puntos detrás del líder Atlético de Madrid en la Liga española.
También expuesto a perder a Messi, cuando su contrato acabe al final de esta temporada, el Barcelona ha sido administrado por una justa gestora desde que Bartomeu y los integrantes de su junta directiva renunciaron en octubre al afrontar una moción de censura.
Bartomeu, de 58 años, fue duramente criticado por Messi, cuyo pedido de ser transferido la pasada temporada fue vetado por el entonces presidente.
El club catalán ha quedado muy golpeado en sus finanzas por la pandemia de coronavirus, con una deuda de más de 1.100 millones de euros (1.300 millones de dólares).
“Me preocupa más la inestabilidad institucional del Barça que su situación económica”, dijo el presidente de la Liga Javier Tebas. “Cuando haya presidente seguro que saldrá de esta situación”.
La unidad de delitos financieros de la policía de Cataluña cumplió los allanamientos en cinco sitios diferentes, incluyendo la residencia de Bartomeu. Las autoridades dijeron que investigan supuestos delitos de administración desleal y corrupción.
El Barcelona ha negado las acusaciones de que contrató — y se excedió en los pagos — a una compañía para difundir comentarios negativos sobre sus propios jugadores y detractores en las redes sociales, y de paso darle realce a la imagen de sus directivos.
El club difundió posteriormente una auditoría independiente que mostró que no se cometieron delitos.