Cada año en los municipios del departamento Madriz, fieles devotos de la Virgen de Guadalupe participan en vigilias, procesiones y conciertos honrando a la Virgen Morena.
Desde los 11 de diciembre, de los valles, caseríos y comunidades indígenas llegan los devotos de la Virgen, a las actividades que se realizan en la ciudad, para participar toda la noche con grupos musicales, campesinos que le cantan a la emperatriz de América, niños y adultos se desbordan por las calles para participar en esta fiesta religiosa.
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Las comunidades participan con estandartes en la procesión, “pidiéndole a la virgen por la paz de Nicaragua, la paz que necesitamos para trabajar por nuestras familias”, expresó Justo González Polanco, devoto de la Virgen.
Cuando la noche llega, las madres con sus pequeños en brazos se disponen a descansar para esperar la alborada y dedicarle serenatas a la Virgen de Guadalupe. Las familias, de esta manera agradecen a la Virgen los milagros recibidos, transmitiendo esta devoción a sus nuevas generaciones.
La mañana siguiente es alegría total, con música, pólvora y júbilo, los fieles católicos rinden culto a la Virgen.
Agradecidos por los milagros recibidos
Los campesinos llevan vestimenta que los identifica como pueblos originarios, orgullosos por los milagros que han recibido que con fé se los han pedido a la Virgen.
Las procesiones por tradición se hacen acompañar de niños y niñas vestidos de ángeles, con ropa que identifica a los pueblos indígenas originarios, según la historia, la virgen se le apareció al indio Juan Diego con mensajes de paz y esperanzas.
