La fuerte llovizna no fue impedimento para que miles de peregrinos católicos jóvenes, niños, ancianos, familias enteras, acudieron la noche de este 11 de diciembre al Santuario Nacional Virgen de La Piedra en Dipilto, Nueva Segovia para amanecer cantándole las mañanitas a la morenita de América, la Virgen de Guadalupe, una tradición de más de 70 años.
Como cada año Dipilto abre sus puertas a los fieles nacionales y extranjeros que llegan unos caminando, otros en vehículos para vivir la experiencia religiosa al pie del Santuario, donde se encuentra asentada la Virgen para celebrar a la Emperatriz de América.
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“Es un Santuario mariano diocesano de proyección no sólo nacional sino internacional, donde se le rinde homenaje, donde mucha gente viene a rendirle gracias a la Virgen por favores recibidos y en la cual pueden tener este hermoso encuentro con la madre de Dios”, dijo el Padre Francisco Bayardo Alfaro, Párroco del municipio con “olor a pino, sabor a café y gente de fe”.
El religioso agradeció el apoyo brindado por la autoridad de la Policia Nacional, la Alcaldía municipal y la Dirección de Aduanas, para desarrollar con seguridad los eventos festivos llenos de música de mariachis, banda filarmónica, poesías, dramas, testimonios, brindis, misas, procesión de los inditos y la misa de clausura este jueves 12 de diciembre.
Piden por la Paz de Nicaragua
La señora Luisa Francisca Centeno, quien por primera vez participa en la tradicional celebración dijo que llegó desde Ocotal para unirse a la celebración y conocer de la alegría de la gente “pero sobre todo vine para pedirle por la paz de Nicaragua, es lo que necesitamos todos para estar tranquilos, que haya entendimiento y que el nuevo año podamos seguir adelante en un país que avance con trabajo y desarrollo”, afirmó.
Por su parte, Alba Lovo dijo: “Es un lugar tan precioso en que damos gracias a la Virgen santísima, dando infinitamente gracias porque ella ruega por toda la nación por la paz de nuestro país y el mundo, por todas las bendiciones y los testimonios donde ella se refleja en cada hogar nicaragüense y ella se manifiesta”.
En armonía con la naturaleza
La imagen de la Virgen fue entronada sobre la gran roca un 10 de febrero de 1947 y desde entonces comenzó la devoción del pueblo mariano. El sitio sagrado de la imagen fue declarado Santuario diocesano en 1996, y armoniza con la naturaleza, el río Dipilto y árboles de pino que hacen del lugar un clima envidiable para sus visitantes.
Pozo de aguas curativas y sanadoras
En el lugar se encuentra un pozo que para las familias de fe contiene “aguas benditas y sanadoras”, que brotan del pie de la roca donde se encuentra alojada la Virgen de Guadalupe que lugareños y visitantes le atribuyen poderes curativos.
