Los protagonistas de La sociedad de la nieve sufrieron todo tipo de daños, desde lesiones causadas por los golpes del accidentes hasta una desihdratación severa que incluso les hizo orinar negro. Pero, sin duda, también tuvieron que luchar con los efectos de la congelación.
No es necesario perderse en los Andes para experimentar estos efectos. De hecho, se calcula que en países como Finlandia, un 1,1% de la población experimenta cada año los efectos de una congelación grave.
En los casos más graves puede ser necesario incluso amputar extremidades. Por eso, hace mucho tiempo que los científicos se afanan en buscar un fármaco contra la congelación. Y parece que por fin lo han encontrado.
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La Administración de Fármacos y Alimentos de Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés), ha dado por fin luz verde para la comercialización de uno de estos medicamentos. Se llama Iloprost y su mayor peculiaridad es que no se desarrolló inicialmente como fármaco contra la congelación.
FDA aprueba nuevo fármaco contra la congelación
Su cometido original era el tratamiento de la hipertensión pulmonar. Es curioso, pues ese era también el propósito de la Viagra, que al final se acabó utilizando para una sintomatología muy diferente. Es lo que tiene la medicina. A veces, los medicamentos acaban teniendo fines muy distintos a los que se pensaron en un principio. Y hay algo muy bueno en eso.
Iloprost ha podido comercializarse muy rápido desde que se iniciaron los trámites para ello, ya que los estudios de seguridad en pacientes estaban más que finalizados. Se había probado para la hipertensión, por lo que se sabía que era seguro. Solo quedaba comprobar si era eficaz como fármaco contra la congelación y los ensayos clínicos han concluido que sí.
Iloprost, el nuevo fármaco contra la congelación, actúa como vasodilatador. Esto significa que ensancha los vasos sanguíneos, minimizando los efectos de esa contracción tan peligrosa. Esto, inicialmente, podría tener también cierto riesgo, ya que si las zonas sin riego reciben mucha sangre de golpe pueden dañarse aún más a causa de algo conocido como lesión por reperfusión.
El motivo es que esa sangre también va cargada de oxígeno, de manera que se puede producir una gran oxidación de las células, con los daños que eso supone en un tejido que ya estaba debilitado.