Desde tempranas horas de la mañana de este sábado; se reunieron diferentes grupos de niños de la mano de sus coordinadores para participar del taller infantil; «Mi Planeta es Mi Casa» en el Arboretum Nacional.
En dicha actividad se colorearon múltiples dibujos, se escribieron mensajes en pro del cuidado y la protección del medio ambiente; y se impartieron breves charlas acerca de las hojas de los árboles y las diferentes especies de plantas que hay en el sector, así como el cuidado adecuado que tienen que brindarles.
«Restituyendo en los principales temas de educación forestal es una preocupación para nuestro gobierno y eso es lo que nosotros estamos impulsando el día de hoy: el amor hacia nuestra madre naturaleza, cómo la cuidamos, cómo la preservamos; cuáles son las premisas y técnicas que nosotros debemos hacer para cuidar un árbol»; agregó Fidel Castro, responsable del Arboretum Nacional.
«Muchas veces miramos un árbol, pero no entendemos el significado de ese ser vivo, y gracias a esa condición de educación ambiental de la mano del INAFOR, se están impartiendo clases importantes para cuidar nuestros árboles«; detalló Castro.
El Arboretum fomentando el compromiso
Los padres de familia se mostraron contentos con el desempeño de los responsables de este taller, ya que permite que sus hijos desde pequeños comprendan la importancia de sembrar y conservar un árbol para las futuras generaciones.
«Esto es bonito porque conocemos acerca de los árboles más antiguos y pues me gusta porque nos dan frutos y también obtenemos medicamentos medicinales y lo más importante, que es el oxígeno para todos nosotros»; afirmó el niño Carlos Lozano.
Gracias a estas iniciativas, los pequeños en el hogar se desarrollan en ambientes agradables de la mano de la educación; los buenos hábitos y la recreación, fomentando el compromiso de cada uno a realizar prácticas sostenibles como el reciclaje, la reducción del consumo plástico y la plantación de árboles en espacios públicos y en el hogar.
Este taller fue realizado de la mano del INAFOR y no solo fomentó el cuidado de los árboles, sino que también fortaleció los lazos familiares y comunitarios en torno a la conversación y concientización de nuestra flora en Nicaragua.