El Miércoles de Ceniza, que este año se celebra el 14 de febrero, marca el inicio de la Cuaresma, un período de 40 días de preparación para la Semana Santa. Esta fecha litúrgica varía cada año, pero siempre se encuentra entre el 4 de febrero y el 10 de marzo.
El origen del Miércoles de Ceniza se remonta al siglo II, cuando los cristianos comenzaron a prepararse para la Pascua con dos días de ayuno y penitencia.
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Con el tiempo, esta práctica se extendió a toda la Semana Santa y finalmente se estableció en 40 días; coincidiendo con los 40 días que Jesús pasó en el desierto, los 40 años en el desierto del pueblo de Israel y los 40 días de ayuno de Moisés en el Sinaí y de Elías en el Horeb.
Miércoles de Ceniza se celebra con el 14 de febrero
En este día, los fieles se acercan al altar antes de la misa para que el sacerdote les marque la señal de la cruz en sus frentes con cenizas, obtenidas tras la quema de las palmas bendecidas del Domingo de Ramos del año anterior.
El sacerdote pronuncia las palabras «Recuerda, hombre, que polvo eres y al polvo volverás» o «Conviértete y cree en el Evangelio» mientras realiza el gesto, recordando la mortalidad del ser humano y la necesidad de arrepentimiento y fe.
El ayuno y la abstinencia son prácticas comunes durante la Cuaresma. El ayuno es obligatorio para los cristianos de entre 18 y 59 años, y consiste en comer de forma ligera y evitar una de las comidas entre las 6:00 y las 18:00 horas, permitiéndose solo el consumo de agua.
Además, durante la Cuaresma se prohíbe el consumo de carne roja para los mayores de 14 años. Estas prácticas tienen como objetivo la reflexión, la penitencia y la preparación espiritual para la celebración de la Pascua.
