La infidelidad (cuernos) es uno de los temas importantes en las relaciones afectivas y sin duda uno de los más delicados, lo es porque en el se envuelven distintos aspectos y estamos seguros de que más de alguna vez has pasado por esta incómoda situación.
Ser infiel es un comportamiento que puede producirse de distintos modos y con diferente alcance. Sucede en persona, pero también puede producir a través de las redes sociales.
Y es que hoy en día la facilidad que dan las nuevas tecnologías para dejarse llevar por los deseos ha provocado que el 29% de los hombres y el 33% de las mujeres ‘chateen’ en el trabajo con sus “amantes”.
Sabemos que como mujer u hombre te has preguntado ¿cómo superar la infidelidad?, ¿Por qué se es infiel?, ¿Es inevitable?, ¿Es una necesidad emocional, sexual o de otra índole?. Una vez que se ha sido infiel ¿vuelve a ocurrir?, ¿Se debe confesar a la pareja? ¡Demasiadas preguntas! Ser infiel siempre ha sido y es una cuestión compleja, con posturas y opiniones muy enfrentadas, prejuicios y mitos.
Motivos para que te pongan los cuernos
Pero bueno, a vos te gustaría contarnos ¿cómo te vieron la cara? o sos invicta. Decidite, pero nosotros aquí te dejamos los motivos de una infidelidad para que pongás el ojo.
La relación está deteriorada. Cuantas veces habremos escuchado “la pareja ya estaba rota”. Cuando los deseos y las expectativas que uno tiene de su pareja no son satisfechos, es más probable que puedan aparecer esos deseos hacia otra persona. Digamos que se favorece la predisposición a conocer a alguien.
El anhelo de pasión y amor romántico. Con el tiempo, puede desligarse en la pareja la pasión de la vinculación o apego, y aunque el amor continúa,;podrían aparecer hacia otras personas sentimientos de enamoramiento, deseo u otras emociones que generan confusión.
Buscar experiencias o algo que no se tiene en pareja. El afecto, la atención o el sexo que no se encuentra en la relación de pareja.
La falta de estímulos o el aburrimiento. Tanto si la relación es satisfactoria como si no lo es, en algún momento simplemente una de las partes se aburre y busca otras sensaciones. Lo novedoso reactiva y satisface.
La aventura amorosa. Un desliz para recuperar viejas emociones que están presentes en la fase de enamoramiento y que nos hace sentirnos de nuevo jóvenes y sobre todo deseadas o deseados.
“Ojos que no ven, corazón que no siente”. Para muchas personas lo prohibido les provoca morbo y tentación, la adrenalina de ir más allá de las normas. También es una fuente de atracción para quienes disfrutan con el riesgo y piensan que si no “les descubren” no hacen daño a nadie.
La adicción al sexo. Una persona de estas características, es infiel por tendencia. Este es un problema real que conviene tratar cuando se sufre.
El juego de la seducción. Quienes sienten esta tendencia les gusta “tontear” para reforzar su auto concepto, y en ese “territorio” es fácil pasar a la infidelidad.