En un ambiente de paz y tranquilidad, las familias salvadoreñas han participado en el proceso electoral del pasado Domingo 4 de Febrero, un evento seguido con respeto y aprecio por los hermanos centroamericanos. Desde esta perspectiva de hermandad, felicitamos al presidente Bukele por su triunfo y a todas las fuerzas políticas participantes. Invocamos al Altísimo para que derrame bendiciones sobre el querido pueblo salvadoreño.
Nota integra:
Managua, 5 de Febrero, 2024
Hermano Presidente
Nayib Bukele
República de El Salvador
Sus Manos
Hermano Presidente Bukele,
Hemos seguido con respeto, interés y aprecio de Herman@s Centroamerican@s, el Proceso Electoral que se desarrolló en su Patria este Domingo 4 de Febrero, en el Ambiente de Paz y Tranquilidad, que las Familias Salvadoreñas merecen.
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Le felicitamos, a Usted por su Triunfo, a Nuevas Ideas, y a todos los Partidos y Movimientos participantes en las Elecciones Generales, invocando al Altísimo para que derrame Bendiciones abundantes sobre ese querido Pueblo, con el que hemos compartido, y compartimos, tanto.
En Espíritu de Unión Centroamericana, siempre citando a Darío, queremos reiterar nuestra Vocación de Paz y Futuro, creando para nuestros Pueblos las condiciones de Trabajo, Seguridad, Justicia y Vida, que merecemos.
Ante Monseñor Oscar Arnulfo Romero, San Romero de América, que en su martirio supo representar y reivindicar los Derechos de ese Pueblo Heroico, Trabajador y Luchador, ratificamos nuestro Compromiso de trabajar junt@s por el Desarrollo, en Comunidad y Hermandad de Porvenir Compartido, sobre todo conscientes de nuestro pleno Derecho a la Seguridad Soberana, que realzamos como Urgencia Mesoamericana, con el conocimiento y la experiencia que vamos acumulando, entre tanta Lucha y todos los Caminos de Dignidad y Orgullo, Nacional y Centroamericano.
Más éxitos, Presidente, en Rumbos de Victorias para las Familias Salvadoreñas y Centroamericanas.
Unión, para que cesen las tempestades;
para que venga el tiempo de las verdades;
para que en paz coloquen los vencedores
sus espadas brillantes sobre las flores;
para que todos seamos francos amigos,
y florezcan sus oros los rubios trigos;
entonces, de los altos espíritus en pos,
será como arco-iris la voluntad de Dios.
Rubén Darío (San Salvador, 1889)
“Unión Centroamericana”