El estado de Nueva Gales del Sur, el más poblado de Australia, declaró este jueves su segunda emergencia en menos de dos meses ya que las temperaturas récord, que superan los 40 grados centígrados, y los fuertes vientos avivaron más de 100 incendios forestales.
La Agencia de Meteorología señaló que el miércoles ya se alcanzó un nuevo récord de temperatura al sobrepasar los 40,9 grados del martes, que superaron el récord anterior de 40,3 grados en enero de 2013.
Mientras continua la ola de calor, este jueves se vivió la temperatura más alta de diciembre jamás alcanzada en Australia cuando la localidad de Eucla llegó hasta los 49,8 grados.
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El último diciembre más caluroso se había registrado en Birdsville, en Queensland, centro, con 49,5 grados en 1972.
Esta ola de calor podría empeorar todavía más la grave situación provocada por los incendios forestales en todo el país.
#Australia ?? vuelve a batir su récord del día más caluroso registrado. El martes alcanzó 40.9ºC y ayer 41.9º
La calidad del aire en #Sydney está en niveles peligrosos, ya que los incendios continúan ardiendo en Nueva Gales del Sur.https://t.co/lhn53itPE2 pic.twitter.com/N1GOnigmcQ— Geól. Sergio Almazán (@chematierra) December 19, 2019
El ascenso de las temperaturas es un signo de las consecuencias del cambio climático en Australia, donde los incendios, comunes en verano, empezaron este año de forma precoz y muy intensa.
En los últimos meses centenares de incendios forestales se declararon en todo el territorio, incluido un "superincendio" en el norte de Sídney, la mayor ciudad del país, que provocó la muerte de seis personas y destruyó 700 casas, además de devorar al menos tres millones de hectáreas de tierra.
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Más de 2.000 bomberos luchan contra el fuego con la ayuda de militares y de equipos de otras partes del país y de Canadá.
“Emergencia de salud pública”
Las organizaciones médicas advirtieron el lunes de que Sídney se enfrenta a una “emergencia de salud pública” por los gases tóxicos que envuelven la ciudad desde hace semanas.
Los hospitales han constatado un aumento significativo de pacientes en el servicio de urgencias con problemas respiratorios.