Grandes hombres navegan a diario por todo el río Coco o Wangki, lo que les permite conocer cada tramo desde Wiwili hasta Waspam y desde allí hasta Cabo Gracias a Dios. Uno de esos grandes navegantes es Francisco Solano Gonzales, de 70 años, que lleva 30 años navegando sobre el Wangki.
Los ancestros Miskitos y Mayangnas navegaban ese río con balsas y remos, pero poco a poco eso fue cambiando hasta llegar a nuestros tiempos; en los que muchas familias tienen sus propios motores fuera de borda para movilizarse en sus botes, así como pequeñas embarcaciones que atraviesan los peligrosos rápidos ; que suman un total de once.
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Según pobladores
Según Don Francisco Solano Gonzales Dixon, el capitán de estas embarcaciones debe tener un buen proel, el proel es una persona que va en la punta del bote, vigilando que no se tope con una piedra y midiendo la profundidad del agua; pero también es esencial contar con un buen motor bien revisado que no falle y no cargar demasiado la embarcación.
El sabio en navegación dijo que si lleva carga, debe tener mucho cuidado al navegar y evitar chocar contra una piedra, sobre todo al pasar por los rápidos. Uno de los rápidos más peligrosos es el Kiuhra, el más temido en la zona. «El río no es muy profundo; en algunas partes hay troncos y piedras; y hay algunas piedras que no se pueden ver, y a veces uno choca con ellas. El capitán tiene que estar pendiente de eso; para nosotros, esas son los baches, y debemos tener mucho cuidado en la navegación, porque aquellos que no conocen pueden chocar con las piedras», afirmó el capitán Solano Gonzales.
Por su parte, Efraín Peralta Tercero, Director de Agricultura de URACCAN, dijo que estos recursos naturales deben ser protegidos; ,y en esa línea, es necesario trabajar con las comunidades miskitas y mayangnas de Alto Wangki y Bocay.
En tanto, Aidalina Balladares Berroteran, docente de URACCAN, dijo que llegar al Alto Wangki y Bocay y llegar al rápidos de Kiuhra es una experiencia inolvidable.
