En un giro sorprendente, China ha emergido como un competidor formidable en la carrera espacial contemporánea; desafiando la supremacía tradicional de la NASA y la Agencia Espacial Europea.
Enfrentándose ahora a SpaceX y Blue Origin, junto a otras empresas privadas, China ha demostrado un crecimiento excepcional; centrando su mirada en una ambiciosa meta: llegar a Marte, posiblemente antes que Estados Unidos.
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Este año, el gigante asiático tiene planes ambiciosos para consolidar su posición. En enero, lanzaron el cohete Kuaizhou-1A y el Gravity-1, el cohete sólido más grande del mundo. Además, lograron acoplar la nave espacial de carga Tianzhou-7 a su estación espacial y completaron con éxito la prueba de retorno vertical de un cohete reutilizable.
Sin embargo, estos logros solo son el comienzo. China se prepara para romper récords de lanzamientos espaciales en 2024; con el lanzamiento planeado de dos naves espaciales de carga y dos tripuladas hacia su estación espacial.
China se prepara para misiones espaciales
Liu Feng, diseñador jefe de los cohetes portadores Gran Marcha-2F, afirma que el cohete Y18 está listo en el lugar de lanzamiento; mientras que el Y19 ha completado su montaje final.
Además, la sonda lunar Chang’e-6 se somete a pruebas para aterrizar en la cara oculta de la Luna; realizando la primera recolección de muestras en esa región. Este hito representa un avance significativo en la exploración lunar.
El programa espacial chino, también incluye el desarrollo de la industria espacial comercial, como se propuso en la Conferencia Central de Trabajo Económico del año pasado. Se espera un rápido crecimiento y desarrollo en esta área a medida que China se consolida como una potencia espacial líder.
China, ha entrado en una fase vital de su programa espacial; desafiando las expectativas y consolidando su estatus como un actor influyente en la exploración y comercialización del espacio. Este año podría marcar un hito histórico para la nación asiática en su búsqueda de la conquista del espacio.
