En un escalofriante veredicto, el tribunal de distrito de Busan, Corea del Sur, condenó a cadena perpetua a Jung Yoo-jung, una mujer de 23 años obsesionada con programas de televisión y literatura de crímenes violentos. La macabra historia se remonta a mayo pasado, cuando Jung asesinó a una joven movida por una perturbadora «curiosidad por matar».
La defensa de Jung argumentó que, en el momento del crimen, la acusada sufría un desorden mental y físico, pero el tribunal rechazó esta justificación. Según el veredicto, Jung planificó cuidadosamente el homicidio y seleccionó a su víctima, desestimando así la alegación de trastorno mental y físico.
Adicionalmente a la cadena perpetua, Jung deberá llevar un dispositivo de vigilancia electrónica durante 30 años, según determinó el tribunal. Esta sentencia sigue a las demandas de los fiscales, quienes habían solicitado la pena de muerte para la condenada.
El horrendo crimen involucró a Jung, que, haciéndose pasar por madre de un niño que necesitaba ayuda con las tareas, logró ingresar al domicilio de la víctima, a la que había conocido a través de una aplicación. Después de cometer el asesinato, mutiló y abandonó el cuerpo.
Mujer surcoreana pagará con cadena perpetua
El análisis forense del teléfono de Jung reveló detalles aún más inquietantes. Se descubrió que la joven buscaba cometer el «crimen perfecto» y realizó numerosas búsquedas en Internet meses antes, buscando información sobre cómo deshacerse de un cuerpo y eliminar pruebas después de un asesinato. El veredicto del tribunal enfatiza la cuidadosa planificación y ejecución del crimen, descartando así las afirmaciones de trastorno mental de la condenada.