Durante los últimos cuatro meses, Mousdikoudine y sus dos hijos experimentaron una escasez significativa de agua en su hogar en Mayotte, un territorio francés ubicado en el Océano Índico. La isla, con una población de alrededor de 310,000 personas; se enfrenta a una grave crisis de agua debido a la peor sequía registrada en su historia, agravada por la falta crónica de inversión en el sistema hídrico.
Mayotte está actualmente padeciendo su peor sequía desde 1997, con ambos embalses de agua alcanzando niveles críticamente bajos: uno está al 7% de su capacidad y el otro al 6%; según estimaciones recientes, estando a punto de agotarse por completo.
Esta situación ha resultado en cortes drásticos de agua, limitando el acceso de los residentes a solo unas 18 horas cada dos días; según un calendario establecido por la Prefectura, la entidad local del gobierno francés. Además, la escasa agua disponible a menudo se informa como contaminada y no apta para el consumo.
Crisis potable en territorio francés
El cierre de escuelas y la creciente crisis sanitaria han afectado a los residentes, quienes enfrentan la escasez de botellas de agua; convirtiéndose en un recurso escaso y costoso en los supermercados locales.
Aunque Mayotte se encuentra a una considerable distancia de la Francia continental, legalmente es considerada tan francesa como cualquier departamento en la Europa continental; tras ser colonizada por Francia en 1841 y reconocida formalmente como departamento francés en 2011.
En respuesta a la crisis, el gobierno francés tomó medidas, enviando 600,000 litros de agua embotellada en septiembre y desplegando soldados y funcionarios para facilitar la distribución del agua. Además, se suspendieron las facturas de agua para todos los residentes. Sin embargo, a pesar de estas acciones; muchos habitantes de Mayotte, conocidos como mahorais, sienten que han sido abandonados.
Douainda Attoumani, de 27 años, comparte su temor por el futuro, viviendo con nueve familiares en una casa. Cada día se vuelve más difícil, expresó a CNN.