En una historia que parece sacada de una película de acción, dos cipotes, de 10 y 11 años de edad; se embarcaron en una aventura inusitada después de que su madre les quitara sus teléfonos celulares como castigo en Estados Unidos. Lo que siguió fue un recorrido sorprendente que dejó a todos boquiabiertos.
Los pequeños escaparon de su hogar, y su periplo los llevó a recorrer más de 300 kilómetros; antes de ser detenidos por oficiales de Estados Unidos.
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El susto comenzó cuando la madre de los cipotes se dio cuenta de que ni su auto ni sus hijos se encontraban en su hogar. La razón detrás de su huida sorprendió a todos: los niños estaban molestos porque su madre les había confiscado sus dispositivos electrónicos debido a un uso inadecuado de los mismos.
Travesura de cipotes en Estados Unidos
«Se supo que ambos cipotes estaban molestos con su madre porque ella les quitó sus dispositivos electrónicos, lo que se cree que se hizo porque no los estaban usando adecuadamente»; informaron las autoridades.
Cuando finalmente los cipotes fueron hallados, el niño de 10 años, quien conducía el vehículo, se bajó con los brazos en alto, como si se tratara de una escena de una película. La niña de 11 años se encontraba en la parte trasera del auto.
La madre de los niños tuvo que realizar un viaje de tres horas para recoger a sus hijos y, sorprendentemente, decidió no emprender acciones legales en su contra.
Este incidente pone de manifiesto la creciente preocupación sobre la adicción a los celulares y cómo las personas pueden reaccionar cuando son separadas de sus dispositivos móviles.