Un avión en ruta al aeropuerto de Los Ángeles para un aterrizaje de emergencia tuvo que liberar combustible que cayó sobre el patio de una escuela primaria, causando heridas leves a una veintena de niños.
El vuelo 89 Delta, con 149 pasajeros y que cubría la ruta Los Ángeles-Shanghái, tuvo que regresar poco después del despegue debido a "problemas con un motor", indicó a la AFP, Adrian Gee, portavoz de la aerolínea.
"La aeronave aterrizó sin problemas tras una liberación de combustible para reducir el peso de aterrizaje", añadió.
Parte del combustible liberado cayó sobre la Park Avenue Elementary School, 30 km al este del aeropuerto LAX.
También afectó un área con otras dos escuelas al sur de Los Ángeles, sin que se reportaran daños o heridos.
El distrito escolar informó que "estudiantes y personal estaban en el patio cuando aparentemente fueron rociados por combustible". Las autoridades llamaron inmediatamente a los paramédicos, que trataron principalmente irritación en la piel y problemas respiratorios menores.
?#AHORA Avión de Delta Airlines en ruta a China declara emergencia y libera todo su combustible a baja altura sobre Los Angeles afectando a niños en escuela cercana pic.twitter.com/1n7Y0HROVJ
— Johnattan Bilancieri (@Bilancieri) January 14, 2020
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"Todas las heridas fueron menores sin necesidad de transportar a nadie de la escuela al hospital. No hay órdenes de evacuación en el área", informaron los bomberos, que atendieron a un total de 20 niños y 11 adultos, según un nuevo balance.
El ente regulador de la aviación civil, la FAA, abrió una minuciosa investigación sobre este incidente, señalando que hay "procesos especiales de liberación de combustible para aeronaves operando dentro y fuera de cualquier gran aeropuerto de Estados Unidos".
"Estos procedimientos incluyen soltar combustible en determinadas zonas no pobladas, típicamente a mayor altitud de manera que el combustible se atomice y se disperse antes de llegar al suelo", indicó en un comunicado publicado en Twitter.
Josue Burgos, de 11 años, estaba en clase de educación física cuando ocurrió el incidente.
"Pensamos que era lluvia, pero después supimos que estaban lanzando gasolina y todo el mundo comenzó a correr", dijo al diario Los Angeles Times. "Olía mal, no era agua", añadió refiriéndose a su ropa.