Hace 41 años, ocho jóvenes que defendían la Revolución Popular Sandinista naciente en la Presa Santo Grande de Bonanza; eran atacados de forma cobarde por la contrarrevolución.
Entre los atacados se encontraba Brenda Rocha; única sobreviviente y actual Presidenta del Consejo Supremo Electoral en Nicaragua; que llego junto a las autoridades del FSLN a rendir honor y gloria a los Héroes y Mártires en Bonanza.
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Los familiares de los héroes también llegaron a honrar la memoria de sus familiares que hace 41 años, dieron lo más sagrado; su vida para que hoy la Revolución pueda llevar el desarrollo y progreso a toda Nicaragua y en particular a la Costa Caribe.
El alcalde de Bonanza Gregorio Downs Rocha; dijo que junto a la población llegaron a honrar la memoria y a decirle a esos héroes que seguimos trabajando por sus sueños; ellos ofrecieron sus vidas para tener carreteras sin baches, energía eléctrica, salud y educación gratuita y es lo que hace el Presidente Daniel y la Vicepresidenta Rosario Murillo.
Los familiares de los héroes y mártires agradecieron al Presidente Daniel y a la Vicepresidenta Rosario por no olvidar nunca a sus deudos, por ello Jaime Roberto Salgado; hijo de Cristina Rugama caída en Santo Grande dio gracias a Dios, al Gobierno sandinista y la compañera Brenda porque nunca se olvido de sus compañeros de armas que cayeron hace 41 años.
Por su parte Oswaldo Omar Olivas, hijo de José Antonio Olivas Cerón; dijo que este contento ya que no se han olvidado de su papá, que cayó defendiendo la Revolución.
En tanto la guerrillera Brenda Rocha, dijo que llegó a decirle ‘presente, presente, presente‘ a todos los compañeros para que siempre tengamos salud, educación; parques, carreteras, y energía.
Así mismo el doctor Noel Espinoza Hernández, dijo que están honrando la memoria de estos hombres y mujeres; ellos derramaron su sangre para que vivamos en paz y unidad; desarrollando Bonanza cada vez más con los programas como Calles para el pueblo y el programa Bismarck Martínez.
El 24 de julio de 1982, a las 5 de la tarde Brenda y sus compañeros resguardan la planta «Salto Grande» a sabiendas de un ataque inminente de la contra.
Tras muchas horas de combate, Brenda herida de gravedad queda imposibilitada para seguir defendiendo el objetivo; todos sus compañeros fueron abatidos por la sanguinaria contra.
Cuando los contras se acercan a Brenda, la golpean y al momento de querer dañarla aún más; alguien grita «ahí viene el refuerzo», es grito salva su vida y es cuando los mercenarios se van en huida después del sangriento hecho.
