Los disturbios en Francia no cesan, la ola de violencia aumenta cada día más; aunque los agentes recibieron poderes para sofocar disturbios, realizar arrestos y “restaurar el orden republicano”; no ha sido posible por las autoridades restaurar el orden en ese país.
Sin embargo, autoridades francesas comunicaron este jueves que al menos 20 personas fueron detenidas durante la octava noche consecutiva de protestas populares; que han marcado el acontecer de la nación europea desde inicios de la pasada semana.
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Asimismo, el ministerio del Interior señaló a través de un comunicado que durante la última jornada se registraron 81 incendios y 55 vehículos quemados mientras un edificio fue atacado por los manifestantes.
A su vez, el titular de la cartera, Gérald Darmanin, informó que se han incautado 1,5 toneladas de material pirotécnico en poco más de una semana en la región metropolitana de París, donde se concentran las protestas.
250 ciudades de Francia afectadas por ola de violencia
Por su parte, el presidente francés, Emmanuel Macron; afirmó durante un encuentro con 250 alcaldes de ciudades afectadas por los disturbios, que el pico de la violencia ha pasado mientras anunció una ley de emergencia para acelerar la reconstrucción.
Maires de France, vous avez le soutien, la reconnaissance et l’estime de la Nation. Vous me trouverez toujours à vos côtés. pic.twitter.com/Iyw7vsoKsL
— Emmanuel Macron (@EmmanuelMacron) July 4, 2023
En este sentido, el mandatario quien visitó este jueves la zona de los Pirineos para acudir a la etapa del Tour de Francia; prometió profundas medidas mientras cuestionó que en el seno de las familias existe “un problema de autoridad” debido a que una gran parte de los manifestantes son menores.
Desde el estallido de los disturbios han sido detenidas más de 3.500 personas, de los cuales más de 1.100 corresponden a menores. Además, se han registrado 2.500 edificios y más de 12.000 coches incendiados.
Las protestas tienen lugar luego de que la semana pasada saliera a la luz pública un video donde se muestra a un agente policial disparando a quemarropa a un adolescente en un control de tráfico, lo que ha desencadenado que Francia se vea en llamas.
