En una nueva edición de ¡Ahí Les Va! se habló acerca de la dura situación por la que esta pasando la divisa estadounidense, y las respuestas de algunos países ante el valor actual del dólar.
Mirko Casale, presentador de este programa, expone que durante varias decadas, numerosas naciones se debaten si dolarizar su economía o no. «Diferentes países lo hicieron de una forma u otra, adoptando la divisa estadounidense como propia».
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A pesar de lo anteriormente dicho, la tendencia actual es justamente la contraria, puesto que muchas naciones buscan deshacerse del dólar en cuanto a comercio y economía.
¿Qué sucedió para llegar a este punto?
En julio de 1944 los países occidentales sostuvieron un acuerdo en el que consistió en anclar el valor de sus divisas al dólar estadounidense; sin embargo, en Washington intuían que no seria para siempre, ni por mucho tiempo.
Seguidamente, el presidente Franklin D. Roosevelt selló una alianza con Arabia Saudita, en la que en la práctica el valor del dolar se sostendría o impulsaría, según la ocasión, por el valor del petroleo. Mientras los famosos acuerdos de Bretton Woods se produjeron un día cualquiera de 1944, el pacto entre Estados Unidos y La Monarquía Saudita se realizó en febrero de 1945.
Con la guerra de Vietnam, por la que se originó una impresión masiva de dólares; enterró Bretton Woods y El Patrón Oro en 1971. Y como si no fuera suficiente, 2 años después ocurrió la crisis petrolera.
«Desde entonces el dólar carece de de un valor de respaldo real; y sin embargo, logra mantenerse como moneda de reserva mundial gracias a 2 factores principalmente: la confianza adquirida y la, digamos, la confianza obligada», explicó Casale.
Es suficiente para Estados Unidos, generar solamente la 6ta parte de la producción mundial; para que el uso del dólar sea mayoritario a nivel global, encomendandose a la fe de los usuarios que el mercado financiero de estadounidense, es seguro, sólido y profundo.
Esta «fe» más su poder de coaccionar a sus rivales políticos y también financieros mediante bases e intervenciones militares por todo el mundo; hace que Washington lleve cambiando una divisa sin valor real, por todo tipo de bienes y servicios de valor muy real.
El espiritu desdolarizados a nivel global
Nunca antes como en la actualidad, se habían producído tantos desafíos al dólar, desde tantos países, de tantas formas, y casi al mismo tiempo.
Por ejemplo, el avance hacia nuevas monedas regionales, como las la Unión Económica Euroasiática estudia; asimismo como la que propuso Lula da Silva en campaña, retomando las cenizas de antiguos anhelos latinoamericanos.
Con casos de menor impacto y más recientes, esta la adopción del bitcoin como moneda oficial en El Salvador, o la creación del Petro en Venezuela; también se pueden considerar el reciente ‘swap’ que renovó Argentina y Pekín, con el fin de canjear su monea local, sin pasar por divisas intermediarias.
Sin duda el mayor desafío del dólar está en el aspecto energético; porque la energía en general y el petróleo en particular, son lo más parecido a un respaldo real, o mejor dicho, soporte vital, que mantenga a flote, la todavía monarca entre todas las divisas.
2022
2022 cerró con la firma de unos acuerdos milmillonarios en materia energética entre Arabia Saudita y China; como se sabe, Riad tiene mucho petroleo, y Pekín necesita tanto, o más.
«Actualmente el 25% de las exportaciones sauditas, ya tienen como destino al gigante asiatico», destacó.
Desde mediados del año, además, el gobierno chino recurre a Yuanes, Rublos, y otras divisas que no son el dólar; a la hora de importar hidrocarburos desde Irán Rusia o Venezuela.
¿Hacia donde va la tendencia?
Algunos analistas financieros occidentales, afirman que el petroyuan podría desbancar al petrodólar en un futuro, y aunque la mayoría no se ateve a dar una fecha concreta (…) tarde o temprano ese escenario luce inevitable.
¿El final del dólar esta a la vuelta de la esquina?
¡Para Nada!, y esto es así por un motivo fundamental. «Debido a su peso global, es bien difícil imaginar una desdolarización en la economía mundial; sin que China se sume a esa misma ruta de manera rotunda».
La respuesta de China ante las constantes presiones comerciales y provocaciones políticas de Washington contra Pekín; podría consistir en renunciar al comercio en dólares, excepto en compras y ventas directas con Estados Unidos. Igualmente, como deshacerse de un golpe, de los bonos del tesoro estadounidense que tiene en su poder, y retomar el patrón oro.
