En Granada, con cantos, en medio de un jardín de flores conformado por las coronas que con mucho amor le hicieron llegar el Presidente Daniel Ortega, la Vicepresidenta Rosario Murillo y familia; así como sus amigos y familiares, fue despedido don Francisco Gómez, mejor conocido como «El Gordito».
Se realizó una misa de cuerpo presente en la catedral, y posteriormente, lo trasladaron como todo buen granadino; en coche fúnebre, tirado por caballos.
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De esta manera, en el recorrido, la carroza hizo una estación frente al kiosko, en el que por más de 35 años ofreció a nacionales y extranjeros su delicioso vigorón; con su inigualable carisma, negocio herencia de su mamá.
Agradecimiento de la familia con el Gobierno de Nicaragua
Francisco Gómez hijo, dijo sentirse «muy agradecido, porque mi familia y yo fuimos muy acompañados por las familias de Granada y amigos de todas partes del país. En especial, agradezco al Presidente Daniel Ortega y a la Vicepresidenta Rosario Murillo, porque estuvieron presentes a través del arreglo floral, de la seguridad de los funerales y durante su enfermedad, como un buen amigo, un compañero, un militante sandinista«.
También, Gómez expresó que ahora él y sus hermanos tienen el compromiso de continuar con el legado gastronómico que su padre les heredó; así como con la puesta en práctica de los valores de honestidad e integridad, los cuales puso siempre en práctica.
Los granadinos expresaron su respeto y reconocimiento hacia el «Gordito» y lo valoran como «una gran persona, de gran corazón, que deja un legado grande para Granada: servicial y amable con todos los que llegábamos al negocio. Amaba mucho a su esposa y familia y también es un gran icono del vigorón«; expresó Luisa Emilia Solís, quien acudió a los funerales.
Descanse en paz, don Francisco Gómez.