En la comunidad Santa Cruz, al sur del municipio Estelí, se encuentra el «primer apicultor en Nicaragua» con tan solamente 11 años de edad.
El cuarto de Fernando José Lanuza está lleno de curiosidades y algo inusual para otro niño de su edad, pero son herramientas y equipos de mucho valor para un futuro prometedor.
«Cuando cumplí 8 años de edad ya no quería que me regalaran juguetes. Yo pedía herramientas, como martillos, taladros, clavos y soldador, entre otros, porque en mi cuarto me ponía a crear equipos para trabajar con las abejas»; dijo Fernando, el pequeño apicultor de Estelí.
Noel Lanuza nació en el campo y siempre se dedicó a la agricultura, tiempo después se convirtió en uno de los mejores apicultores. Un día llevó su hijo donde estaban las colmenas, en ese momento las abejas le robaron toda su atención.
Pasión por la apicultura desde Estelí
Un día me sorprendí porque me dijo «papá, yo quiero saber todo sobre la apicultura, en el momento dije ya se le va a pasar, pero lo tomo tan en serio que él les da mantenimiento a mis colmenas y como padre me siento muy orgulloso»; expresó Lanuza, padre.
Fernando no pierde su tiempo en otra cosa que no sea conocer más de la apicultura. De hecho, sabe bien cuales son los grandes beneficios de la polinización.
A sus 11 años está consciente que todo se debe de hacer con mucha cautela cuando está cerca de las colmenas; pero hay una atracción especial entre las abejas y este pequeño, ya que las considera como sus amigas.
«Mi abuelita se pone a platicar con las flores porque dice que crecen más bellas, mi hermano la miraba a ella. Entonces lo aplicó en las abejas, es por eso que no les tiene miedo y las considera como sus amigas y las quiere»; manifestó Nathaly, hermana del pequeño apicultor de Estelí.
Lo primordial para Fernando es el apoyo que ha tenido de su familia; quienes confían de su talento y empeño.