En esta ocasión hablamos del joven Roberto Carlos García Olivas, quien fue diagnosticado a sus siete años con una enfermedad conocida como distrofia muscular, misma que no ha sido un impedimento para salir adelante en sus estudios.
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Llegar cada domingo a su centro de estudio para madre e hijo es una una muestra de amor, sacrificio y deseo de superación. Su progenitora, Lisseth Montenegro, quien para sacar adelante a su vástago tiene que vender productos varios en el colegio donde su hijo estudia.
Lisseth Montenegro, titular de Roberto Carlos, mencionó que, "al inicio fue duro luchar con él, pero al ver el ánimo, el entusiasmo y que a él le gustaba el estudio, decidimos apoyarlo y hacerlo sentir es un niño normal, es por eso que con nuestro esfuerzo y empeño hemos logrado salir adelante, con la ayuda de Dios y mi familia, sé que mi Dios hará grandes propósitos con robertito", expresó Montenegro.
Su discapacidad no ha sido ningún impedimento. Para coronar su secundaria a distancia y proyectarse ser un profesional en la ingeniería electrónica.
Luis Manuel Fajardo, del MINED en Jalapa, comentó, "cómo Ministerio de Educación tratamos de incorporar a personas especiales, no decimos con discapacidad, por qué el trato que recibe Robertito es igual al de todos los niños. Robertito es un niño que ha servido de ejemplo para muchos jóvenes y que muchas veces una enfermedad no es un obstáculo para sobrevivir y llegar a cumplir sueños y metas", refirió Luis Fajardo, técnico de educación de jóvenes y adultos en Jalapa.
"Lo hemos acogido con mucho amor y cariño, sabiendo que él es un niño normal, con una gran capacidad en su aprendizaje, ha sido un alumno destacado con sus excelente calificaciones", dijo Ericka Díaz Herrera, docente de Robertito.
"Sus compañeros admiran el ímpetu con el que Roberto Carlos Garcia Olivas sobresale en sus estudios, siendo un habitante reconocido en el sector 8, del municipio de Jalapa", continuó Diaz.
Karen Rugama, compañera de clase, afirmó que, "como jóvenes el poder compartir con Roberto Carlos en el aula de clase es un privilegio, por que nos llena de optimismo al saber que no hay barreras que puedan obstaculizar los sueños y metas de una persona".
Una de las afecciones de las que sufre este joven soñador es el relacionarse con las personas, poca capacidad de interacción y su temor al expresarse en público, pero estas incapacidades no le impedirán sobrepasar esas barreras para ser todo un profesional.