Sin la pólvora, no hay fiesta en diciembre, es por eso que los artesanos dedicados a la elaboración de estos explosivos; con mucho cuidado se preparan para poder abastecer cada uno de los establecimientos a nivel nacional.
«Usted sabe que tradicionalmente Nicaragua es un lugar que las tradiciones son muy buenas desde los antesapados. Nosotros elaboramos cohetes, peinetas, toros, cohetillos para los niños, pero tradicionalmente lo más buscado es el cohete de dos golpes y ya estamos listos y preparados para abastecer al mercado. Es un trabajo que lo hacemos desde el inicio del año»; dijo la propietaria de taller San Jose Trilze Matamoros Vanegas, habitante de la comunidad Pacayita en Masaya.
Ellos trabajan todo el año para prepararse para esta temporada, por lo que cuentan con todos los permisos de las autoridades.
«Nosotros tememos los papeles en orden, siempre nos hacen inspecciones y contamos con los permisos de los bomberos y la Policía Nacional«, explicó esta propietaria de pólvora artesanal de la Ciudad de las Flores.
Comercialización de pólvora
Ellos generan muchos empleos, sobre todo a mujeres, por lo que en esta temporada; aumenta la contratación de personal joven y con experiencia en la elaboración de los explosivos.
«Aquí tanto hombres como mujeres trabajan. Vemos cómo la mujer está sobresaliendo y prueba de ello es que yo como mujer aquí estoy por mis hijos y lo que más me gusta es que yo puedo generar empleos«; refirió Matamoros.
Este es un trabajo largo, muy cuidadoso, desde meses antes se prepara el material, utilizan nitrato, azufre, carbón, cloro, aluminio; entre otros productos químicos para elaborar estos productos.
Además, no dudan que la pólvora artesanal es muy buena, mejor que la pólvora china.
«Lo que pasa es que las personas siempre buscan la pólvora china porque le miran luces de todos los colores, pero es igual a la nuestra, incluso es mejor la de nosotros»; aclaró un trabajador de dicho negocio.
Estas personas saben hacer todo tipo de pólvora, y si no, se les enseña a quienes por primera vez se rifan a conseguir un empleo de esos.
Son pocos los talleres que se dedican a esas labores donde en todo momento están alejados del fuego.