Desaparecido de los terrenos de juego desde hace un mes por una misteriosa lesión muscular, el estado de salud de Karim Benzema, último Balón de Oro, sigue preocupando a cuatro días del debut de Francia en el Mundial, el martes contra Australia.
Desde que se incorporara a la concentración en Clairefontaine el pasado lunes, Benzema, de 34 años, no ha participado en ningún entrenamiento con sus compañeros, contentándose con algunos ejercicios al margen del grupo, supervisado por el preparador físico de los ‘Bleus’.
¿Simple medida de precaución o lesión real? Públicamente, tanto sus compañeros como el cuerpo técnico lanzan mensajes de tranquilidad sobre el goleador galo. «Está sereno, tiene mucha experiencia y conoce su cuerpo. Si no ha jugado es porque no se considera capaz de ayudar al máximo al equipo», declaró el jueves su compañero en el Real Madrid Aurélien Tchouaméni, ya en Catar ante periodistas de todo el mundo.
Desde que recibió el Balón de Oro el pasado 17 de octubre en París; Benzema solo ha jugado un partido completo frente al Elche dos días después.
El 22 de octubre, el Real Madrid anunció que su goleador francés sufría una «fatiga muscular en el cuádriceps de la pierna izquierda» y desde entonces solo disputó unos minutos contra el Celtic de Glasgow el 2 de noviembre.
El seleccionador Didier Deschamps espera poder contar con el goleador frente a Australia el martes; pero habrá que ver cómo está un jugador que solo ha participado en doce partidos desde agosto. En comparación, son diez encuentros menos que su compañero en ataque Kylian Mbappé.